Desvío de fondos para la financiación del terrorismo

El principal representante del islam en España, Aiman Adlbi, recomienda a sus alumnos de la Mezquita Central de Madrid libros de predicadores salafistas y wahabistas radicales. Se trata de corrientes a las que recurren grupos yihadistas “para justificar sus acciones”, según un informe de la Policía Nacional del pasado marzo al que ha tenido acceso EL PAÍS.

El docente es un médico sirio de 74 años que ejerce desde el pasado julio como presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), la entidad que gestiona las actividades de los musulmanes con el Gobierno y las comunidades autónomas sobre mezquitas, cementerios y escuelas.

Adlbi, que también preside la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), aconseja a sus estudiantes textos del clérigo y profesor de Derecho Islámico Umar Sulaiman Al-Ashqar, que perteneció a la influyente organización integrista Hermanos Musulmanes (Al Ijuan al Muslimin), según los investigadores.

También, del telepredicador salafista radical canadiense afincado en Catar Abu Ameenah Bilal Philiphs, que fue señalado por EE UU como inspirador en 1993 de un atentado en el aparcamiento de una de las Torres Gemelas de Nueva York. El ataque causó seis muertos, más de 400 heridos y sembró el pánico en la isla de Manhattan. Bilal Philiphs fue vetado por estos hechos para entrar en EE UU, Reino Unido, Dinamarca, Australia, Alemania, Bangladesh y Kenia, según la Policía Nacional, que cita como fuente a la ONG de prevención del radicalismo Counter Extremism Project.

Yusuf Estes, un clérigo y telepredicador salafista radical estadounidense convertido al islam en 1991 al que Singapur vetó la entrada por su radicalismo, figura también entre las recomendaciones de Adlbi. Unas sugerencias que corona Zakir Naik, el fundador del canal de televisión islámico Peace TV, que fue vetado por su extremismo y posiciones contrarias al “multiculturalismo” en Canadá y Reino Unido.

“Adlbi tiene entre sus referentes religiosos a predicadores salafistas-wahabistas radicales”, indica el informe policial, de 102 páginas, tras analizar decenas de pinchazos telefónicos. El documento está incorporado a la causa sobre financiación del yihadismo desmantelada en 2019 en la Operación Warmor que instruye el Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional. Sus pesquisas condujeron el pasado marzo a la detención y puesta en libertad de Adlbi, que ha declinado dar su versión a este periódico.

Un informe inédito incorporado a esta investigación judicial revela también cómo una organización a la que perteneció el presidente del CIE recaudó 154.393 euros entre 2012 y 2020 para la actividad de las milicias de Al Qaeda en Siria desde la Mezquita Central de Madrid, también conocida como de Abu-Bakr.

Los fondos se camuflaron bajo supuestas donaciones de auxilio a huérfanos a través de la ONG turca Al Bashaer, una entidad apoyada por Catar y Kuwait que —según Europol— está conectada con milicias yihadistas, crímenes de guerra y con los Hermanos Musulmanes. Además, el presidente de Al Bashaer, Muhamad Ben Anis Alsaour, supervisó el departamento financiero del Ejército del Islam y ha participado en “actividades opacas de financiación terrorista”.

El dinero destinado inicialmente a los huérfanos a través de esta ONG fue a parar a mártires, detenidos y viudas de combatientes yihadistas en la región siria de Guta. Y, junto a CIE, procedería de las asociaciones islámicas radicadas en la Mezquita de Madrid como UCIDE y Asociación Musulmana de España (AME).

El tesorero de CIE y de la Mezquita Central de Madrid, el sirio Mohamed Hatem Rohaibani, de 61 años, es otra de las presuntas piezas clave de la organización de financiación yihadista. La Policía le sitúa como el recaudador de fondos e interlocutor con la ONG Al Bashaer. Rohaibani instaba supuestamente a los fieles a introducir el dinero en efectivo en sobres en buzones distribuidos por distintos puntos del edificio de culto.

Tretas para eludir el bloqueo de fondos

Los agentes creen que el dinero llegó a la ONG en metálico mediante un mecanismo opaco ajeno al sistema financiero español. Y es que, junto a las donaciones en efectivo, las asociaciones vinculadas a la Mezquita de Madrid disponían de una cuenta bancaria controlada por Rohaibani. El tesorero se encargó de extraer mediante 172 talones los 155.444 euros que llegó a acumular este depósito entre 2012 y 2019. Los fondos se retiraron en cantidades inferiores a 1.000 euros para que el banco no estuviera obligado a identificar al cliente. La red sorteó así los controles de prevención de blanqueo y financiación del terrorismo, según los investigadores.

Además, la cuenta bancaria comenzó a partir de mayo de 2013 a recibir ingresos con el concepto de “donativo a huérfanos”. Una treta que buscaba —según las pesquisas— evitar sanciones como el bloqueo de fondos, ya que la fecha coincide con la declaración por parte del Consejo de Seguridad de la ONU como grupo terrorista del Frente de Al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, donde operaba la supuesta ONG Al Bashaer.

La policía estima también que no es casual que el último envío de fondos de UCIDE a la región siria de Guta fuera en febrero de 2018, dos meses antes de que el Ejército sirio liberara esta zona del asedio yihadista.

Destrucción de documentos sensibles

El tesorero de la Mezquita Central de Madrid tejió una estructura de recaudación desde la capital, que tenía tentáculos en comunidades islámicas de Zaragoza y Alicante. También, destruyó presuntamente documentos almacenados en el lugar de culto para evitar ser relacionado con la financiación del terrorismo. Lo hizo después de que en junio de 2019 fuera arrestado en Madrid el sirio Fares Kutayni, de 73 años, por su vinculación con una célula yihadista en el marco de la Operación Warmor. “Cuando pasó lo de Fares Kutayni destruí todos los documentos antiguos”, confesó por teléfono en septiembre de 2012 Rohaibani, que ha declinado responder a las preguntas este periódico.

Fares Kutayni, miembro de un clan sirio asentado en España, integró también la trama de financiación terrorista. Su papel fue el de “promotor” de recaudaciones en la carnicería que su familia regenta en la Mezquita de Madrid. Su hermano Manaf, vinculado a la filial de Al Qaeda en Siria, se quejó a su familiar del mecanismo para enviar los fondos desde Madrid a la zona de combate. “Dejad de mandar dinero por medio de organizaciones, son unos ladrones y se están quedando con un 80%”, recoge un pinchazo.

“Hay combatientes que van a las batallas en ayuno”

Manaf Kutayni alertó también a su hermano por WhatsApp de las penurias de los milicianos. “Te juro que hay que combatientes que van a las batallas en ayuno, te voy a enviar testimonios de algunos muyahidines”, indicó. Según los investigadores, Fares Kutayni ha enviado fondos a Siria a través de la ONG Al Bashaer desde 2011. “Lo llevamos haciendo con esta organización desde el inicio de la revolución”, apunta otro mensaje de esta red que usaba un lenguaje en clave, se comunicaba con aplicaciones encriptadas y evitaba tratar temas sensibles en llamadas convencionales.

Los investigadores concluyen que Fares Kutayni, Adlbi y Rohaibani mantienen vínculos con la rama siria de Hermanos Musulmanes, una organización “que ha promovido estrategias de apoyo a las milicias yihadistas”.

Fuente: El País.

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