En el día de ayer, 25 de diciembre, falleció en Israel, el rabino Gaón Jaim Drukman.
Para conocer sobre la vida y obra de este gran líder del Sionismo Religioso, dialogamos con el rabino Shmuel Kornblit, nacido en Argentina, formado en ieshivot y en la Universidad en Israel desde su aliá. Shmuel posee una gran trayectoria dedicada a la enseñanza de educación judía, y de estudios bíblicos, orientado a jóvenes, y es uno de los creadores de Masuah.org , sitio de judaísmo en español desde Israel.
Kornblit tuvo la oportunidad de conocer de cerca al Rabino Drukman fallecido ayer a los 90 años y contó a modo de semblanza, aspectos de la vida, de la gran obra del líder desaparecido, y recordó diferentes momentos que compartió con el gran líder.
La primera, en épocas de joven estudiante, en shabat, en la casa del Rav Drukman y la de sorprenderse de “no ver paredes allí, solo había libros, todo recubierto de libros”. Eran cientos de volúmenes del que salían decenas papelitos de colores que mostraban el trabajo de preparación que hacía para sus clases. “Un talmid jajam, un gran líder”, lo definió.
El Rav Drukman había sido sobreviviente de la Shoáh, que lo habían escondido y luego entregado en adopción a una familia que ya tenía certificado para hacer aliáh en el año 1944, lo que le permitió emigrar a Israel y salvar su vida. A partir de ahí, comenzó a estudiar desde muy pequeño en la Ieshivá, (academia de estudios) que luego iría al Ejército, en donde combinaría entrenamientos con el Kibutz. Después de unos años de su trabajo en el kibutz, fue Sheliaj (enviado para funciones educativas) en los Estados Unidos por el movimiento Benéi Hakiva.
El Rabino Drukman fue alumno personal del Rav Tzvi Yehuda Hacohen Kook, hijo del “gran Rav. Kook” y en los años cincuenta, surge la idea de fundar una ieshivá con escuela secundaria, cerca de la ciudad de Kriat Malaji; y así crean un asentamiento que se llamó Ramot Shapira en donde él vivió hasta sus últimos días y es donde crea una ieshivá a la que acudían a estudiar soldados.
Cuenta Kornblit que, además, el Rav Drukman fue durante ocho años director de todas las conversiones que se hacían en Israel, y esa fue una nueva oportunidad para estar cerca de él: Llevaba de la Argentina a gente que necesitaba pasar por el tribunal rabínico para su conversión.
El tercer lugar en el que le tocó encontrarlo fue en Benéi Hakiva, organización a la que el Rabino Drukman acompañó a lo largo de toda su vida y de la que era uno más. “El Rav Drukman pasó a ser, sin duda, el líder espiritual, tal vez uno de los más importantes del público sionista religioso”. Varias fueron las corrientes religiosas que respetaban al Rabino.
Por otra parte, señaló Kornblit, que el Rav Drukman fue javer Hakneset (miembro del Parlamento) durante catorce años, que representaba ideológicamente al ala derecha de la política israelí, que bregaba por la importancia de la tierra de Israel, que apoyaba los asentamientos, pero que también, perseguía la lucha por una Israel judía y democrática. Los últimos diecinueve años, desde que dejó la Kneset, fue una suerte de “guía espiritual de los políticos, más que la de un político”, y fueron varias figuras, como la del anterior primer ministro Naftali Benett que lo consultaban.
Por último, contó que en el Museo Hertzel, en Jerusalem hay una imagen de la Knesset en la que se ve a los miembros en plena discusión, que grafica la personalidad del Rav Drukman. En ella se lo ve discutiendo con Yosi Sarid , ideológo de la izquierda, lo que demuestra que el Rav Drukman, ideológo de la derecha podía, desde el respeto, hablar con quien se oponía diametralmente ideológicamente a él. Un verdadero símbolo de la vida y visión del Rabino fallecido ayer en Israel.
Redacción gentileza de la Profesora Cita Litvak