El Seviivon o Dreidel

Sevivon – Sof, Sof, Sof! 


“Dreidel” o “Sevivon” (Conocido trompo o perinola de Janucá) es un ejemplo excelente de la creatividad cultural de los Judíos Ashkenazi de Europa. Ese juguete que inicialmente era de origen irlandés gentil y entró a Alemania como parte de las celebraciones de las Navidades cristianas en todos los países germánicos, fue adoptado y adaptado a la celebración de Janucá, ya que el tiempo de la festividad es cerca de esas fiestas cristianas, con el objeto de proveer el mismo deleite a los niños Judíos que sus vecinos sentían por sus fiestas de fin de año. Después de abrazar esta costumbre germánica, los Judíos Ashkenazi lo “Kasherizaron” usando un tipo de ingeniería inversa cultural; reinventándolo, creándole simbolismos, significados místicos y hasta leyendas históricas. 


De la collection de Marianne Jager de Holanda

  

A la versión judía del trompo de navidad le llamaron en Yidish (un idioma germánico judío) el “Dreidel,” que viene de “Drei” “el que da vueltas”. También era conocido por  otros nombres en Yidish, “Fargl,” un “Varf” (algo tirado), un “Shtel Ain,” (contribuye al total) y un “Gor o un Gorin,” (Todo). En 1887, Itamar Ben-Avi el primer niño que solamente hablaba hebreo en el Israel renaciente, hijo del famoso lingüista y padre del hebreo moderno, Eliezer Ben-Yehuda, le cambió el nombre del Yidish a “Sevivon” en Hebreo. Hoy en día para adelantar las leyendas creadas a finales del siglo XIX, lo presentan usando su nombre hebraizado, para hacer parecer que siempre fue parte de todas las culturas judías, pero nunca lo fue.  

 

El Dreidel o Sevivon no existió en NINGUNA comunidad fuera de la germánica-judía (Ashkenazi) hasta que las comunidades judías volvieron a reencontrarse en el Israel moderno. NINGUNA comunidad Sefardí (Española y Portuguesa) incluyendo las de Holanda, Marruecos, Italia, Bosnia, Turquía y todos los Balcanes lo conocían. Las comunidades Mizrahíes (Judíos del este, por ejemplo Siria, Líbano, Egipto o Irán) NO lo usaban, ni tampoco tenían leyendas sobre su origen. También era ajeno a los judíos de Yemen y a  los Judíos de Eretz Israel (la tierra de Israel) antes del Yishuv asentamiento moderno sionista y estos lo conocen por la presencia de los Judíos Ashkenazi que lo trajeron con ellos. Los judíos de  Etiopía no conocían de Janucá, porque sus comunidades ya estaban fuera de la tierra de Israel, cuando ocurrieron las guerras y la victoria de los Hasmoneos, que dieron origen a los milagros de Janucá. 

 

Un “teetotum” 








El trompo o perinola Irlandés, que es parte significativa de las celebraciones de las navidades se llama el “Teetotum”. Este juguete fue incluido en todas las celebraciones clásicas de las navidades de todas las comunidades germánicas de Europa y luego en otros países de ese continente, hasta el punto que las decoraciones de los árboles de navidad reflejan su presencia, en las decoraciones de cristal alargadas que forman el estilo de un trompo o perinola. El Teetotum tenía cuatro lados, con las iniciales en el Latín Romano en cada lado para “A” (Lat. Aufer (Toma) “D” (Lat. Depone) Poner, “N” (Lat. Nihil) Nada y “T” (Lat. Totum). 

 

El trompo o perinola Yidish tiene cuatro lados. En cada uno de los cuatro lados aparece una letra del alfabeto hebreo (que es también usado para Yidish y Ladino), נ Nun, ג Gimel, ה Heh y ש Shin. Esa representaba las mismas reglas del juego irlandés en latín, pero esta vez en Yidish. El Nun, Nisht (Nada); Gimel, Gants (todo); Heh, Halb (mitad) y el Shin, Shtel aryn (contribuye al total).  


Después de la mitad del siglo XIX, las letras de las reglas en Yidish, fueron reinterpretabas por el movimiento sionista renaciente como Nun – nes (un milagro), Gimel – gadol (grande), heh – haya (ocurrió), Shin – sham (ahí). Y añadieron la idea que los Dreidels de Israel cambien y en lugar de Shin contengan un פ  Peh – para la palabra “Poh” aquí. Esto fue parte de un enfoque relacionado a la fiesta de Janucá por los movimientos sionistas, que asociaban a los luchadores por el Estado moderno de Israel con los Macabeos de la historia de Janucá y que adelantaban la idea del retorno a la tierra de Israel, en donde los milagros ocurrieron para nosotros.  

 

Para los sionistas (como yo) cada guerra peleada por Israel, es otro ejemplo de ese espíritu de rebeldía y lucha por la libertad y soberanía del pueblo judío sobre el territorio nacional judío. Al restaurar este sentir de lucha armada, cambiaron el enfoque de las comunidades tradicionales Ashkenazi del milagro (espiritual) del aceite y la Januquilla, al milagro de la guerra y la lucha armada. Por esta razón muchas comunidades Haredíes aun en el Israel moderno, insisten que sus Dreidels mantengan la tradición del Yidish y sigan con el Shin hasta en Israel. Estas comunidades eran contrarias al uso del hebreo como idioma moderno cotidiano, optando por el Yiddish para el día a día y el Hebreo para asuntos religiosos. 

 

En varias comunidades Ashkenazi, especialmente las Hasídicas, sus líderes crearon sermones y significados místicos asociados con el Dreidel. Esta práctica de asociar simbolismos místicos y esotéricos a cosas comunes fue y es una parte muy importante de la cultura Hasídica y el Dreidel no se quedó por fuera. Algunos de los autores asociaron los cuatro lados del Dreidel, a las cuatro Naciones que conquistaron a Israel, Babilonia, Persia, Grecia y los Romanos, un tema común en los escritos relacionados a las otras fiestas también. Nun = Nebuchadnetzar = Babylonia; Heh = Haman = Persia = Madai; Gimel = Gog = Grecia; y Shin = Seir = Roma. Otro calculó los valores numéricos de las letras ganadoras de la perinola: Nun (50) + Gimel (3) + Heh (5) + Shin (300) que equivalen al mismo valor numérico (358) que la palabra Mashiaj. 

 

En 1890 R’ Avraham Eliezer Hirshowitz, publicó por primera vez la idea de que el Dreidel fue parte de la historia actual de los eventos que culminaron con Janucá. 


Otzar Kol Minhaguei Yeshurun 19:4 (1890).  “Los griegos crearon decretos prohibiendo el estudio de la Torá. Pero los Sabios del tiempo idearon una táctica ingeniosa: Crearon un juego de “Dreidel” por si los griegos encontraban a los judíos estudiando Torá, sacaran rápidamente  sus Dreidels y hacían parecer que estaban jugando un simple juego. De esa manera el Dreidel les permitió continuar estudiando la Torá, bajo las narices de los griegos. La costumbre de jugar con el Dreidel en Janucá se quedó después de eso, para conmemorar el milagro que con la ayuda del Dreidel, la Torá fue salvada de un olvido completo en Israel.” 

 

Esta es la primera vez que el Dreidel es asociado con esta batalla. Pero se parece bastante a la leyenda sobre la lucha de los estudiantes de Rabí NgAkiba en mantener el estudio de Torá contra los decretos de los Romanos. De acuerdo a esta leyenda, Rabi NgAkiba dividió a sus estudiantes en dos grupos. Uno que salía con arcos y flechas como si salieran a cazar, mientras el otro grupo estudiaba Torá en las cuevas y se turnaban. Los arcos y flechas se usaron para engañar a los Romanos, que habían prohibido el estudio de Torá. Luego estos juegos fueron asociados a la fiesta de Lag LaOmer, el día 33 del Omer y otro maestro Hasídico del tiempo lo menciona y le atribuye significado místico relacionado al aro del arcoíris porque ambos usan la palabra “Keshet”. Otros en lugar de atribuirle significado psuedo-histórico, le confieren al Dreidel un equivalente metafísico. Éstos varían bastante entre sus interpretaciones, hasta el punto de contradecirse entre ellos mismos con otras variadas interpretaciones y reinterpretaciones del significado de las letras en el Dreidel. No vamos a colocarlas todas, pero algunos ejemplos de esta variedad, todos escritos por líderes Hasídicos durante el siglo XIX son: 

 

Comenzamos con el libro “Bnai Yisasjar – Maamorei Jodesh Kislev Tebet.” 2:25. Ésta es una colección de sermones, compuesto en varios volúmenes de ideas de Hasidut por el Rabino Elimelej Spira de Dinov entre 1820 – 1840. 


“El Dreidel está compuesto por cuatro lados, todos unidos en un solo punto a la parte de abajo en la cual gira. Los cuatro lados del Dreidel representan las 4 esquinas del mundo donde los Judíos han sido exiliados y también a los cuatro reinos que han subyugado a Israel y que están de forma diametralmente  y eternamente opuestos a Hashem y Su Torá. En contraste el punto central de abajo por donde gira el Dreidel, representa al pueblo judío que son un número muy pequeño, pero por cual el mundo entero gira. Mientras la manigueta representa a Hashem quien controla (gira) al mundo. Cuando el Dreidel gira, da vueltas hasta que las cuatro esquinas se vuelven una sola esfera. Pero mientras gira, el punto pequeño de abajo y la manigueta de arriba se quedan iguales.  El pueblo judío ha sido girado por todas las Naciones del mundo y por cada reinado que cree que va a gobernar por siempre. Pero la verdad es que es Hashem Quien mantiene al Dreidel dando vueltas desde arriba y esas Naciones han desaparecido mientras los Judíos se mantienen”. 

En esta primera parte él asocia el Dreidel a la Constancia Divina y sugiere que la manigueta del Dreidel representa a Dios. Este simbolismo es típico de la cultura Hasídica, pero rechazada por los Judíos del estilo de estudio de los Yeshivoth (seminarios de Lituania – Ashkenazi) y por los seguidores de Maimónides que estrictamente prohíben cualquier objeto físico que (aun indirectamente) represente a Dios, como un objeto de idolatría y que viola el segundo de los diez Mandamientos. 

 

Ahora en el mismo escrito con referencia a lo anterior, continúa reinterpretando el significado de las letras: 


“Las letras Nun, Gimel, Heh y Shin;  “un gran milagro ocurrió ahí,” porque en cada lugar que se encuentran los Judíos, pues ahí ocurrió el milagro en ese mismo lugar.” 


Esta interpretación cambia el enfoque desde Israel, donde ocurrió el milagro de Janucá a cada lugar en el exilio. Entonces continúa exponiendo la idea de las Naciones que dice él, todas van a ser borradas menos Israel, una opinión que la mayor parte de las comunidades judías no comparten. 

 

“Cuando uno observa el borrón de la perinola mientras gira lo que visualmente es más aparente, es la constancia del palote arriba y del punto de abajo que demuestra la conexión con Hashem que tenemos. Por eso mismo el Dreidel mientras gira en su propio eje, revela la realidad verdadera. Aunque el hombre forma planes malvados, hay una sola constante. Mientras las Naciones entran y salen de la historia, mientras el mundo gira en su eje, Hashem y el pueblo judío y su vínculo eterno se mantiene intacto y constante. Pues el Dreidel es una representación microcósmica de la historia del pueblo judío y de la historia del mundo. Nos anima que al final todas las Naciones serán borradas al olvido pero lo único constante: Hashem y el pueblo judío se mantendrán. Más allá del simbolismo, el Dreidel nos enseña que en Janucá tenemos la oportunidad de entender esta realidad y usar esa realidad para reconectarnos con Hashem”. 

 

“Maamarim” son discursos Hasídicos, sermones dados en ocasiones de reunión o celebración. En otra ocasión compartió otra idea más, relacionada al giro del Dreidel en Maamar 2:25: 

 

“Jugamos con el Dreidel en Janucá porque al igual que el Dreidel gira, Hashem giró las maneras del mundo (la ley natural) para que los pocos y débiles Hasmoneos puedan vencer a los fuertes y numerosos griegos”. 

 

Y en otro Maamar en Bnai Yisasjar Maamarei Chodshei Kislev y Tebet 4:101 expone un “Hidush” una novedad, enfocada en las letras del Dreidel, para darle otra vuelta más mística, que ninguna otra fuente lo menciona: 

  

“El final de los juicios Divinos del periodo que comienzan con Rosh Hashaná y Yom Kipur de verdad terminan en Janucá. El juzgamiento es escrito en Rosh Hashaná y sellado en Yom Kipur, es entregado en Hoshangana Rabah y entonces entrado a ser ejecutado en el día final de Janucá”.  


“Eso quiere decir, aunque una persona no haya hecho teshuvá completa en Yom Kipur o en Rosh Hashaná y hay un juzgamiento negativo contra él en el cielo, todavía tiene un chance de cambiar el juzgamiento antes del fin de Janucá”. 


“Las letras NUN, GIMEL, HEH y SHIN proveen una pista a esto; porque representan las palabras GIMEL que es la primera palabra de la palabra Gemar completado y las letras SHIN NUN HEH Shaná el año. O sea el completar del año”.  


“El Dreidel es un recordatorio de que se debería de hacer un teshuvá completa antes de fin del año (Janucá para él) para que el Shaná (año) tenga un Gemar Tov, un terminar positivo”. 


Este sermón capta perfectamente la cultura Hasídica, de reinterpretar cosas comunes o de poca importancia como un juguete de niños e inventarle o asociar símbolos o propósitos místicos escondidos. No hay ninguna fuente que avale esta idea, que es en Janucá que el año judío del juicio termina, ni en el Talmud, ni en la cábala, ni en la Halajá. ¿Y su prueba? Las letras del juguete Dreidel lo avisan por medio de una pista. 


Casi todos los escritos que hablan sobre el Dreidel, asumen que todos los judíos lo conocen, porque ellos los usaban. Ninguno menciona que las comunidades por fuera de las de ellos no lo usaban, ni tampoco lo conocen. Al crearle esos simbolismos místicos y de “gran significado” tratan de “Kasherizarlo” desconociendo o ignorando su origen para judaizarlo. 

Algunas explicaciones no se enfocan en el simbolismo esotérico, sino en su funcionalidad como juguete de instrucción o inspiración para los niños. Tratan de buscarle una función que cumple algún propósito de instrucción o de cumplimiento de una mitzvá relacionada con Janucá.  

Por ejemplo, una fuente Hasídica del mismo periodo, en el libro “Avnei Nezer” (piedras de la Corona), del Rabino Avraham Borensztain el Rebbe de Sochatchov (1838 – 1910) trata de relacionar el juego del Dreidel a la mitzvá de “Pirsumei nisa” dar a conocer o anunciar el milagro. Este concepto normalmente se relaciona a la idea de poner la Januquia (Candelabro de Janucá) en la puerta de la casa para que el público la vea mientras pasa y por eso en la Halajá (Ley judía) la práctica de prenderla al atardecer y no muy tarde de noche cuando las calles están llenas de personas regresando de sus empleos. 



“Como fuera de la tierra de Israel es imposible cumplir la mitzvá de “Pirsumei nisa” prendiendo las luces afuera de la casa. Las familias tienen que pasar todo el tiempo posible mirando las luces que prendimos adentro. Por eso para incrementar esta mitzvá jugamos Dreidel con los niños cerca de las velas, para que se cumpla con ella. (Avisarles a los niños sobre los eventos de Janucá).”


 


También en el libro Ohr LeYisrael Kovetz Halacha uMinhag, un libro que explica las costumbres y leyes Hasidicas cita al Libro Ner Mitzvá, que asumo es el libro del Maharal de Praga, escrito en 1590-1600 (pero no da más información, que el nombre del libro). La justificación de jugar con el Dreidel, es para provocar el estudio entre los niños y no por razones místicas. 


 


“Jugamos con el Dreidel con nuestros niños, para inspirarlos a aprender sobre el milagro de Janucá. Al jugar con el Dreidel los niños vienen a preguntar sobre Janucá y como resultado los padres podrán explicarles que Janucá fue establecido para conmemorar los milagros que ocurrieron para nuestros ancestros, los cuales estaban dispuestos a dar sus vidas para salvar la sagrada Torá y que nosotros también nos deberíamos de sacrificar por la Torá. Estas ideas serán sembradas en sus corazones y almas ayudándolos a crecer y ser “ehrlije Yiden.” (Judíos finos).” 




 Y en el libro “Sefer Divrei Yetziv” Oraj Jaim 283, se cita al Rebbe de Klausenberg, que dice que los judíos no solamente usaban el Dreidel para ocultar su estudio de Torá, sino todos los Mitzvot prohibidos por los griegos. 


 


“Por ejemplo, cuando los judíos se juntaban en Shabat o para un Berith Milá (circuncisión) traían Dreidels con ellos, por si los griegos entraban a investigar porqué estaban reunidos y así dar la impresión que se habían juntado para el juego”.


 


Esto relata la misma historia que citamos antes de la leyenda de ocultar el estudio de Torá, pero el Rebbe de Klausenberg le da otra vuelta diferente: El Dreidel también conmemora el “mesirat Nefesh” (sacrificio o riesgo) de los judíos para mantener los Mandamientos, aunque era un peligro para ellos. O sea que esta leyenda del Dreidel, es una manera de inculcar el espíritu de autosacrificio a los niños por el judaísmo. También vemos algo similar por el Rabino Eliezer de Vizhnitz 1883, citado en el Kovetz LeInyanei Halaja UMinhag Vol 14 página 53: 


“Jugamos con el Dreidel en Janucá, para para cumplir la Mitzvá de Pirsumei nisa, dar a conocer el milagro de Janucá”.  


“El milagro de Janucá fue resultado de que los judíos de ese tiempo, tomaron la iniciativa de entrar en la batalla aunque la situación parecía sin esperanza. Y al final fue su tremendo espíritu de sacrificio lo que causó que Dios viniera a rescatarlos y los salve por medio del milagro de Janucá. Al girar el Dreidel uno cumple con la mitzvá de Pirsumei nisa, pero recordamos el milagro de cómo fue que ocurrió”. 

 

“Al igual que el Dreidel tiene que ser primero recogido y hay que darle vuelta para que se pare recto y gire solo, igualmente los Hasmoneos tuvieron que tomar el primer esfuerzo y tratar ellos mismos de luchar contra los griegos de forma natural y entonces Hashem entró a la batalla y les dio victoria por medio de un milagro”. 

 

“Más allá del aspecto de Pirsumei nisa, el Dreidel nos enseña que para que Hashem haga milagros para nosotros, tenemos que tomar los primeros pasos, darle vuelta al Dreidel, para que pueda girar antes de que lo haga solo”. 

 

Para el Rebbe de Klausenberg, la lección a los niños es que el Dreidel no gira solo y que en la vida hay que tomar iniciativa y después de tomar la iniciativa humana, es que Dios viene a crear milagros. 

 

Este Dreidel de 1920’s de Austria hecho de hueso de vaca.

Aunque estos sermones en algunos casos son emocionantes y en otros extravagantes, no son los primeros filósofos que usan la perinola o trompo para exponer simbolismos místicos. Platón usó los movimientos del mismo juguete como metáforas. Aristófanes confesó su amor por ese juguete y Ovid y Aulus Persio Flacus poeta de Roma, hacen referencia a sus simbolismos de forma poética y metafórica entre muchos más. Tal vez el simbolismo de un simple juguete, que se mueve de una forma tan fluida y que todos conocemos desde nuestra niñez, nos abre la imaginación y nos invita a crear ideas fantasiosas y simbólicas que combinan nuestro sentir como adultos con la ensoñación de los niños. A la luz de todo lo anterior, vale hacer unas preguntas con relación al Dreidel:


¿Por qué solamente se encuentran los Dreidels entre los Ashkenazim? Si es como ellos dicen y tiene origen judío histórico, directamente involucrados con la lucha de los Macabeos ¿Por qué las otras culturas judías de otras partes del mundo, que nunca conocieron los trompos germánicos y su asociación a la navidad, no los tienen? ¿Por qué NINGUNA otra cultura judía, a parte de ellos los usan o lo conocen o lo mencionan en escritos místicos? 

 

Si el Dreidel es una copia del Teetotum, ¿Por qué no simplemente confesar que es una versión judaizada de un juguete internacional? ¿Por qué crearle tanto simbolismo judío, a algo que no se había visto antes en ninguna parte en la historia judía? 

 

Es importante entender que muchas de las celebraciones de Janucá, que popularmente se dan a conocer por las redes sociales, son verdaderamente celebraciones de esta festividad al estilo de los países germánicos y no reflejan las celebraciones y costumbres del resto del mundo judío. Este tipo de situaciones no son exclusivas del judaísmo, es el mismo sistema de pensar que inspira a la gente en los trópicos a decorar sus casas para las navidades, con pinos pintados de nieve, imitando a los países del norte de Europa, para recordar un hecho que supuestamente ocurrió aunque el clima sea caliente.  

 

En estos días vemos que el mismo sistema de ingeniería inversa cultural, (el proceso de inventarle un hecho histórico a cosas que no ocurrieron) está vivo y activo.  Por alguna razón el Dreidel sigue siendo uno de esos objetos con historiales emocionantes inventados, que son mucho más atractivos para la imaginación popular que la realidad. ¿Pero qué pasa si los niños leen o se enteran que todo ese historial no es cierto? Yo no los culparía si comienzan a dudar de todo lo demás que se les ha dicho, que viene del mundo de la realidad. Este es el riesgo de reemplazar la realidad, con emocionantes fábulas. 

 














Tres veces en mi carrera de veinticinco años con los Anusim, me han tratado de “Confundir” con el Dreidel. Una vez un señor trató de “demostrar” su herencia de los judíos sefardíes, con una Rapa portuguesa antigua y me dijo que su familia en Ecuador lo llamaba un “Seviv.” Que era obvio para él, que eso era algo que habían traído con ellos y que era un “Sevivon”. Las otras veces no tenían el objeto, pero se “acordaban” de jugar con el trompo en su niñez, para las fiestas de las luces y lo jugaban en secreto. Todo esto  para supuestamente demostrar que celebraban Janucá y jugaban con el Dreidel, debido a su origen tan popular y como parte de esa fábula. Pero los Sefardíes NUNCA usaron el Dreidel en España, por lo tanto esos trompos no son recuerdos de un pasado judío.

 

Entiendo la estrategia en sus muchos niveles. Se supone que me emocione y no pueda analizar lo que de verdad me están diciendo, para determinar si es posible de acuerdo a la historia. Usan estas fábulas porque creen que las costumbres Ashkenazi,  a las cuales tienen acceso por la red y las nociones populares de la forma de vida de los judíos, representan una verdadera y única expresión del judaísmo y retroactivamente “Se acuerdan” con tan buena memoria, de cosas que nunca ocurrieron. Todo esto para judaizar un pasado personal, con la intención de evitar los fuertes estigmas reales e imaginados del rechazo, a su encuentro con el judaísmo. Lo creen, porque quieren creerlo. 

 

Otros demandan, por respeto a los sermones de estos Sabios, que ellos consideran grandes personajes, que sean tomados literalmente y ponen en duda que verdaderamente el Dreidel no sea universal a todos los judíos o tratan de inferir que tal vez las otras culturas simplemente perdieron este elemento de su práctica por ser asimilados. La ironía de achacarle la ausencia de algo, que fue añadido a la práctica germánica judía producto de su asimilación en esos países, a decir qué les falta a los demás en el resto del mundo por olvido de ellos, no deja de asombrarme. ¡Todo esto para demandar el ajuste de la forma que percibimos el pasado, a nuestro pensar del presente!  

La forma tradicional Sefardita de relacionarse a la metáfora y simbolismos filosóficos creados por los Sabios en sus sermones, es confesar que es una manera nueva o diferente de entenderlo y decir las palabras “en mi humilde  opinión” o “me parece a mí”. No es necesario crearle un historial largo y judaico a un juguete de niños, para poder jugar con él.  Si los niños desean jugar con el Dreidel que jueguen con él, ya que es simplemente un juguete cultural de las comunidades germánicas judías. Pero que nos traten de decir, que es algo antiguo o universal a todas las comunidades judías del mundo es un error,  porque no lo es y no lo fue. 

 

Aprendiendo como ganar y perder


En mi humilde opinión, el juego del Dreidel nos enseña más a perder que a ganar. Como nos explica el Matemático Dr. Robert Feinerman (1976) en el jornal American Mathematical Monthly: “El juego es matemáticamente y estadísticamente injusto, porque el primero que gira el Dreidel tiene más chances de ganar que los próximos, y cada uno que sigue al otro, tiene más chances de perder que el anterior”. El juego nos enseña siendo niños, como perder y seguir en el juego; como ganar y deleitarnos con las ganancias de nuestras apuestas, sin hacer sentir tan mal al otro, como para que no siga jugando. 

 Nota sobre el título: 

Es un juego de palabras, usando los vocablos del canto hebreo infantil moderno relacionado al Sevivon. Su refrán es “Sevivon Sov sov sov.” El trompo da vueltas (sov con v) pero en este caso dice “Sof, Sof, Sof con f”. Sof siendo la palabra hebrea para terminar, es decir “Basta ya con el Dreidel”.

Rabino Rigoberto Manny Viñas  


 

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