“En Israel el tema palestino prácticamente no está en el debate electoral” – Henrique Cymerman

Henríque Cymerman, presidente de la cámara de comercio Israel-países del golfo y artífice de los Acuerdos Abraham, dialogó en Radio Jai sobre la crisis política que parece perpetuarse en el Estado judío y de la cuestión del conflicto con los palestinos que parece no tener perspectivas de resolución en el horizonte.

“Nos sentimos atrapados en una realidad que nos lleva cinco veces en tres años a elecciones y lo peor es que pregunto si no estamos condenados a las sextas también”, lamentó el entrevistado. Buscando los motivos detrás de la profunda crisis política, explicó: “Todo esto es por un sistema electoral obsoleto, que pertenece al pasado, que tuvo lugar en los años sesenta y setenta en un Israel que no quería dejar a nadie afuera de la Knesset; pero en este momento no se puede gobernar así, realmente es gobernar cojo”. Por aquel motivo, Cymerman entiende como fundamental el establecimiento de una reforma del sistema electoral que otorgue mayores niveles de estabilidad a las coaliciones de gobierno y evite “que la gente pierda su confianza en el sistema político y la democracia”.

Debido a las falencias identificadas por el entrevistado en el actual sistema de designación de bancas para la Knesset, es altamente probable que el gobierno que se forme tras las próximas elecciones del 1 de noviembre también resulte débil e inestable. Aquello es consecuencia de la diminuta diferencia de apoyo que separa a ambos bloques (pro-Netanyahu y anti-Netanyahu), siendo su objetivo ya no la adquisición de importantes mayorías en el parlamento sino la adquisición del mínimo de 61 bancas necesarias para la formación de gobierno. Sin embargo, “61 diputados suponen un gobierno muy frágil”, viéndose constantemente en peligro de disolución como consecuencia de posibles disidencias entre sus parlamentarios integrantes.

Cymerman remarcó que “sería necesario un gobierno de Unidad Nacional para resolver los problemas que el país tiene y hacer los cambios que sean necesarios en el sistema político israelí”. Sin embargo, lamentó que “mientras esté Netanyahu esto parece imposible”, como consecuencia de la extrema polarización existente en la sociedad israelí en torno a la figura del ex-primer ministro.

Por otro lado, el entrevistado se refirió a las tensiones existentes actualmente en la población palestina, registrándose manifestaciones en Judea y Samaria en contra del Estado de Israel, explicando que se trata de “una nueva generación que está levantando la cabeza”. “He estado en Ramallah, he estado en Nablus, he estado en Jenin, y la gente que vi que se manifestaba no son muchos, son unos miles en todo Cisjordania, pero son gente muy joven, son millennials, son gente que nunca vivió una intifada”, detalló.

Cymerman analizó las causas detrás de tales manifestaciones, identificando como fundamental para su entendimiento la existencia de una “situación crítica” al interior de la sociedad palestina. La misma, entre otros factores, es consecuencia del hecho de que “el presidente de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, está muy mayor, muy enfermo y no se sabe que va a suceder después [de su muerte]”. Asimismo, las movilizaciones se ven afectadas por el creciente rol del grupo terrorista gazatí dentro de la población de Judea y Samaria: “Hamás está teniendo un papel importante, quizás ganaría las elecciones si hubiera elecciones en Cisjordania”.

El marco político retratado por el entrevistado, según su entendimiento “crea un desánimo y una sensación de que no hay nada que perder” al interior de la población palestina y particularmente dentro de su juventud, incentivándolos a salir a las calles a protestar.

Sin embargo, a pesar de las tensiones experimentadas por la sociedad palestina a minutos de distancia de las poblaciones israelíes, “en Israel el tema palestino prácticamente no está en el debate electoral”. Es evidente que para el público israelí la cuestión del conflicto con los palestinos no es fundamental, variando el interés que depositan en la misma según el nivel de conflictividad existente: “Cuando todo está tranquilo nos preguntamos ‘¿por qué adelantar el tema? ¿por qué intentar llegar a un acuerdo’”, y no es hasta “cuando empiezan los líos como en este momento, y hay violencia, sangre y atentados terroristas […] que empieza la gente a preguntar ‘¿no habría que hacer algo para terminar con esto?’”. No obstante, Cymerman aclaró que a pesar de que aquellas contradicciones existentes implican pequeños obstáculos para el alcanzamiento de los acuerdos necesarios para la conclusión del conflicto, existe un importante impedimento del lado palestino: “No podemos llegar a un acuerdo mientras ellos no se entiendan entre ellos y no se acabe esta guerra civil latente [entre Hamás y la Autoridad Palestina]”.

El entrevistado destacó que “la única salida [al conflicto] que puede haber en el futuro es involucrar a los países árabes en la región, que tienen interés en profundizar su relación con Israel para tranquilizar la situación en Cisjordania y, si es posible, en Gaza”. Remarcó que Egipto y Arabia Saudita son dos países que podrían contribuir fuertemente a dicho proceso; el primero de ellos por representar a un cuarto del total de la población árabe mundial y haber mantenido una ocupación de años sobre la Franja de Gaza en el pasado, y el segundo debido a su gran importancia económica y su posicionamiento como líder moral dentro del mundo árabe