Guía de Oriente Medio para el presidente electo Joe Biden




Joe Biden llegará a la Casa Blanca con más experiencia en lo relativo a Oriente Medio que ninguno de sus predecesores; aun así, hay israelíes y amigos de Israel que temen que cometa errores que ya cometieron otros presidentes norteamericanos.

Aquí le brindo 20 consejos con los que puede evitarlos, reforzar las relaciones EEUU-Israel y hacer avanzar los intereses norteamericanos en la región.

1) Mantenga sus desacuerdos con Israel en privado. Las condenas públicas agriarán las relaciones con Israel y excitarán la intransigencia palestina.

2) Confíe en pensadores originales en vez de en quienes quieren recuperar políticas fracasadas del pasado.

3) Elija como embajador ante la ONU a alguien que defienda vigorosamente los intereses de EEUU y deje claro que no se tolerarán las condenas tendenciosas contra Israel. Comprométase a vetar aquellas resoluciones antiisraelíes que emanen de cualquier foro onusiano y reduzca o acabe con el apoyo financiero a las agencias que demonicen a Israel.

4) En vez de en una iniciativa de paz israelo-palestina, céntrese en construir sobre la base de los Acuerdos de Abraham y aliente a los Estados árabes/musulmanes a normalizar relaciones con Israel.

5) Asuma que los actuales líderes de la Autoridad Palestina (AP) no tienen la voluntad ni la capacidad de llegar a acuerdo alguno con Israel, reconozca que la intransigencia palestina es un obstáculo para la paz y rechace la idea de que la presión tendenciosa sobre Israel cambiará la posición palestina.

6) No espere que el Gobierno israelí acepte propuestas previas que requieran su retirada de más del 90% de la Margen Occidental, luego de que el plan de Trump permitiera a Israel anexionarse el 30% de la zona. Ningún Gobierno israelí evacuará a más de 100.000 judíos de la Margen, paso necesario en concepciones previas de la solución de los dos Estados.

7) Confíe en que Israel muestre contención en lo relativo a la construcción en los asentamientos y limite las nuevas edificaciones en los bloques de asentamientos que EEUU ha aceptado formarán parte del Estado judío en el futuro; pero no insista en un congelamiento [de la actividad constructora] en los asentamientos como condición para retomar las negociaciones de paz.

8) Prosiga con el aislamiento de Hamás, que no abandonará su razón de ser: la destrucción de Israel.

9) Exija a la AP que ponga fin de inmediato a la incitación [antiisraelí] y a su política de pagar por asesinar, que procura un salario a los terroristas y a sus familiares. Hasta que no cumpla en este punto, no reabra la sede de la OLP [en Washington] ni procure ayuda a los palestinos fuera de los ámbitos humanitario y de seguridad. Abone la posibilidad de una mejora en las relaciones si emerge un nuevo liderazgo genuinamente interesado en la paz.

10) Muéstrese de acuerdo con que a los refugiados palestinos se les dé la opción de vivir en un futuro Estado palestino, pero no el derecho a instalarse en Israel. Si a los palestinos se les ofrece una compensación, otro tanto habría que hacer con los judíos que abandonaron los países árabes.

11) Mantenga la embajada en Jerusalén e invite a otros países a trasladar las suyas. No es necesario que los palestinos cuenten con un consulado separado.

12) Mantenga una amenaza militar creíble que asegure que Irán no se dote de armamento nuclear. Toda negociación ha de basarse en la clara comprensión de que Irán es un enemigo que no va a cambiar de posición a menos que experimente un cambio de régimen. Prosiga con la campaña de máxima presión e informe a los aliados de que no se consentirá que se burlen las sanciones. Insista en que Irán renuncie a su programa nuclear, al patrocinio del terrorismo, al desarrollo de misiles balísticos y a la desestabilización de la región antes de suavizar cualquier sanción.

13) Mantenga tropas en Irak y Siria como elemento disuasorio contra Irán, así como para combatir el terrorismo y promover la estabilidad. Responda con contundencia a todo ataque contra fuerzas o intereses norteamericanos.

14) Aumente la ayuda militar a Israel para garantizar el mantenimiento de su ventaja militar cualitativa.

15) Revise las previsiones de venta de armamento a los Estados árabes y asegúrese de que no amenazan la primacía militar israelí y de que son compatibles con los intereses estratégicos norteamericanos.

16) Prosiga con la caza y eliminación de terroristas.

17) Interrumpa la ayuda militar al Líbano hasta que Hezbolá sea desarmada y expulsada del Gobierno del país levantino. 

18) Reafirme su condena del movimiento antisemita BDS y apoye las iniciativas legislativas ya presentadas para proscribir los boicots contra Israel.

19) Aporte financiación a programas binacionales como BARD, BIRD y BSF, que benefician tanto a Israel como a EEUU.

20) Anime a los aliados a adoptar políticas regionales similares.

Mitchell Bard / Revista El Medio

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