Haftara Behaaloteja

ZEJARIAH 2:14-4:7

“No es con la fuerza, ni es con el poder sino con Mi espíritu…”

Junto a nuestro profeta estamos regresando del exilio babilónico, su época fue nombrada como lom Ketanot, días de pequeños eventos.

En concordancia con la Parashá la visión de la menorá, nuestro símbolo más antiguo y que hoy es el símbolo del Estado de Israel junto a las dos ramas de olivo, le habla al profeta de su propio deseo compartido con el pueblo que regresa a su tierra.

Cuando parecían disipados los sueños de reconstrucción de Ierushalaim y el Beit Hamikdash, sumido el pueblo en la sequía, la pobreza y la desesperanza, una nueva luz ilumina la visión del profeta y es así transmitida e insuflada a todo el pueblo.

Nunca hay que bajar los brazos, la consigna es seguir luchando con todas nuestras armas, sobre todo aquellas que están en nuestro interior.
Prestemos atención a las palabras que aparecen en nuestra Haftará, explicadas a Zejariah por el enviado de A’d:

” No es con la fuerza ni es con el poder sino con Mi espíritu”, con aquel que D´s insufle en sus constructores, que seremos capaces de construir y defender lo nuestro.

Así parece ser en cada uno de nuestros actos cotidianos, en la forma de defendernos de lo que podría hacernos daño, en aquello que nos ataca, cuando se tergiversa nuestro accionar.

En la visión profética, la menorá se iba haciendo sola, iba cumpliendo el sueño del profeta, su profundo deseo de un Israel iluminado por deseos de construcción en paz.

En el momento en que estoy escribiendo, 19 de mayo, 12.30 hs, aparecen en mi computadora las noticias sobre Israel, es una aplicación que me va avisando permanentemente los ataques que recibe nuestro pueblo desde Gaza, desde los terroristas que ocupan y someten a la pobreza al pueblo palestino.

También es nuestro profeta quien, en otro pasaje, nos dice Al tiráu…No teman, que se fortalezcan vuestras manos…

Sé que nuestros jaialim las conocen, las sienten, las tienen dentro de sus corazones.
Saben también que nuestras plegarias están con ellos.
Siempre el pueblo de Israel se ha sentido iluminado en cada uno de sus sueños por la luz de la menorá, que así lo siga siendo.

¡Am Israel Jai!

Norma Dembo

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