Ariel Eichbaum, presidente de Amia, cuenta a los oyentes de Radio Jai los logros de la mutual judía durante el último año a pesar de los nuevos desafíos impuestos por la pandemia.
“La Amia está a la altura de las circunstancias, a la altura de este enorme desafío que significa una pandemia de estas características” expresó Eichbaum. Este es un hecho resaltable dado a que como remarca la pandemia los “tomó por sorpresa, con un año planificado y un presupuesto previsto ya aprobado por la asamblea de socios en el año 2020”, por lo que el trabajo implicó tener que rápidamente “readaptar, rediseñar, las partidas presupuestarias, el enfoque del trabajo, la cantidad de programas, el funcionamiento de la Amia”.
El entrevistado, explica que la labor de la institución durante el último año se dividió en tres etapas. En la primera de ellas, se comenzó por identificar los impactos de la pandemia en “lo económico, en las necesidades de la comunidad, en las necesidades de la red escolar judía, etc.”. Luego, en una segunda etapa, se comenzó a “proactuar, a dinamizar recursos, a trabajar en red con otras organizaciones del a comunidad judía de contención social”. Por último, en la tercera etapa, se puso más hincapié en la las escuelas de la comunidad, afectadas en gran parte por la necesidad de pasar a la virtualidad y las dificultades de las familias para costearlas en medio de la crisis. Entre las acciones lanzados por la Amia para solventar estos desafíos se encuentra un programa destinado a “subsidiar becas a la red escolar judía”.
Por último, Ariel Eichbaum explica que la organización tiene un proceso con el fin de que reciban su ayuda aquellos que más la necesitan: “Tenemos asistentes sociales que reciben cada pedido de alta, cada pedido de ayuda” que buscan la mejor manera de “concluir en la ayuda que corresponde”. El proceso, además incluye un “trabajo en red”, el cual implica compartir información con la “red de contención de la comunidad judía”, incluida Tzedaká y Fundación Jabad entre otras.
En cuanto a la asignación de ayuda relacionada puntualmente a la educación, explica que se recauda información de la central pedagógica de la educación judía en la Argentina “vinculada con la cantidad de alumnos que tiene la escuela, la cantidad de alumnos becados que tiene la escuela, y una serie de criterios vinculados con cuestiones edilicias de la escuela… cuestiones de contenido, cuanto contenido judaico” para luego hacer un ranking en base al cual se otorgan los subsidios ordinarios. Además, a aquellos subsidios ordinarios se le suman “una cantidad de subsidios extraordinarios, vinculados con becas específicas”.
Por TP/RJ