Museo de Arte y de Historia del Judaísmo

El museo da cuenta de la riqueza cultural e histórica de los judíos de Europa y de África del Norte, de la Edad Media hasta hoy. Su singular colección de objetos religiosos, archivos, manuscritos y obras de arte, pone de relieve las múltiples contribuciones de los judíos, en Francia y por el mundo, principalmente en el área de las artes. Las impresionantes colecciones del museo cuentan, entre otras, con obras de Marc Chagall y de Amedeo Modigliani.

Se compone de:
una librería que propone libros en torno al arte y a la historia de los judíos,
una mediateca con un catálogo en línea abierta al público,
un auditorio con un amplio programa de conferencias, conciertos, performances y seminarios.

Propone también visitas guiadas semanales en inglés durante la temporada turística –de abril a julio– a las que pueden acudir particulares, estudiantes y profesores. Ofrece también talleres para niños, familias y adultos.

Historia del museo

En 1985, Claude-Gérard Marcus, Victor Klagsbald y Alain Erlande-Brandenburg lanzaron un proyecto de creación de un museo de arte y de historia dedicado a los judíos en París; lo apoyaban también la Ciudad de París, el ministerio de Cultura, representado por el entonces ministro de Cultura, Jack Lang.

El proyecto tenía dos objetivos: que París fuera dotado de un ambicioso museo dedicado al judaísmo y luego dar a conocer las colecciones nacionales adquiridas en las reservas del Museo Nacional de la Edad Media. Solo existía entonces en París un modesto museo dedicado al arte judío, en la calle des Saules.

A partir de 1988, quien dirigía el proyecto era Laurence Sigal-Klagsbald. El entonces alcalde de París, Jacques Chirac, fue el que designó el palacete de Saint-Aignan, en el barrio Le Marais, como sede del museo. Fue finalmente en 1998 cuando el museo abrió sus puertas.

La decisión de asentar el museo en Le Marais se tomó a conciencia. Desde el final del siglo XVIII, un grupo importante de judíos vivía en Le Marais. Primero eran inmigrantes de Europa del Este, y más tarde de África del Norte, particularmente durante el proceso de la descolonización.

Hoy en día Le Marais se ha ido transformando profundamente: las tradicionales tiendas se han ido remplazando por creadores de moda. Sin embargo, el barrio sigue siendo un centro cultural con los museos tales como el Museo Carnavalet, el Museo Picasso y el Memorial de la Shoá.

Los dos arquitectos encargados de remodelar el interior del edificio, Catherine Bizouart y François Pin, no solo organizaron los espacios de las colecciones permanentes, sino que también crearon una mediateca, un auditorio, una librería y un espacio dedicado a los talleres pedagógicos. El museo propone espacios dedicados a exposiciones temporales, a actividades educativas así como a la investigación, lo que lo transforma en un lugar cultural, dinámico e innovador.

Historia de la colección

La colección permanente del museo la constituyen tres fuentes principales:
La primera es el museo de arte judío de París, cuya colección ha sido dada al Museo de Arte y de Historia del Judaísmo: se trataba principalmente de objetos religiosos europeos, de obras gráficas de artistas judíos rusos y alemanes y de artistas de La Escuela de París, así como modelos arquitecturales de sinagogas europeas destruidas por los nazis.
La segunda fuente es el Museo Nacional de la Edad Media en París, conocido bajo el nombre de museo de Cluny. Esta colección la constituyó Isaac Strauss, un judío francés del siglo XIX. A lo largo de sus viajes por Europa, juntó 149 objetos religiosos, esencialmente muebles, objetos ceremoniales y manuscritos hebreos: un arca sagrada italiana del siglo XV, anillos de matrimonio y ketubot iluminados (contratos de matrimonio) son algunos de los ejemplos que se conservan de su colección. Se considera a Isaac Strauss como el primer coleccionista de objetos judíos. Parte de su colección se exhibió cuando la Exposición Universal de 1878, con gran éxito. Al morir Isaac Strauss, la baronesa Nathaniel de Rothschild adquirió la colección en 1890. Después la cedió al estado francés para que la diera al museo Cluny. Unas sesenta y seis estelas funerarias de la Edad Media, del siglo XIII, descubiertas en 1894 en la calle Pierre Sarrazin, cerca del actual Bulevar Saint-Michel, se exponen en la sala de entrada de la colección permanente del Museo. Representan el conjunto arqueológico más grande descubierto en suelo francés.
La tercera fuente la forma un conjunto de préstamos a largo plazo procedentes de diversos museos: Centro Pompidou, museo de Orsay, museo del Louvre, museo nacional de Artes de África y Oceanía. También contribuyeron al enriquecer la colección, préstamos del Consistorio de París, del museo judío de Praga y de donaciones de la Fundación del Judaísmo francés. También ha adquirido el museo una gran colección de fotografías: consta de más de 1500 fotos, principalmente de comunidades judías de antes y de ahora, de acontecimientos histórico y del patrimonio arquitectural judío.

Objetivos del museo

Objetivos oficiales
Cuando fue creado, el museo definió cinco misiones que se empeña en cumplir:

(1) Presentar 2000 años de historia de las comunidades judías en Francia y contextualizarlas en la historia global del judaísmo.
(2) Conservar, estudiar, difundir y promover la colección, los archivos y los documentos relativos a la historia y al arte judíos.
(3) Hacer accesible la colección a un amplio público.
(4) Organizar la difusión de todas las formas de expresiones artísticas relativas a la cultura judía en su diversidad completa.
(5) Crear y ejecutar operaciones, actividades e iniciativas educativas para promover la cultura judía.

Otros objetivos

El Museo ha escogido un periodo que va cubriendo la historia judía desde sus inicios en Francia hasta el nacimiento del Estado de Israel. Explora la identidad judía sin que el recuerdo del Holocausto sea el elemento principal. En efecto, es un acontecimiento tan singular y memorable, que pudiera ocultar la riquísima herencia del judaísmo que se encuentra fuera de este y que se merece un espacio específico.

Por otra parte, el museo le da prioridad a un enfoque histórico del judaísmo. La colección del museo se organiza por orden cronológico y las obras presentadas siempre se sitúan en su contexto histórico. A diferencia de otros museos judíos europeos, el Museo de Arte y de Historia del Judaísmo no se conforma con las fases de la vida religiosa; no se trata de una presentación didáctica del ciclo religioso en el judaísmo y no constituye un museo comunitario o confesional, sino que más bien, enseña el destino histórico de las comunidades judías a través del tiempo y del espacio.

El museo indaga también cuestiones fundamentales en cuanto al judaísmo y a la identidad judía. ¿Es el judaísmo una religión, la historia de una nación, de una cultura o de una civilización? ¿Existe una unidad que trascienda la diversidad en el seno de las comunidades judías?

Una parte importante de la colección la constituyen obras de arte desde la Edad Media hasta los principios del siglo XX; de ahí la pregunta: ¿qué es el arte judío? ¿Es un arte litúrgico o religioso? ¿Es un arte que representa temas y modos de vida judíos, o basta con que el artista sea judío?

Colección permanente

Cada objeto de la colección permanente abriga tres dimensiones:

  • una perspectiva histórica de una cierta época
  • un tema en algunas regiones del judaísmo
  • un lugar específico

El objetivo es de poner en evidencia la diversidad y la unidad de los rituales, de las creencias, del arte y de la cultura material de las comunidades judías en Europa y en África del Norte.

La situación de los judíos en Francia es original ya que los judíos askenazíes y los judíos sefardíes conviven y se entremezclan las dos tradiciones.

Fuente: Wikipedia

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