Piel electrónica que logra monitorear tus movimientos mas sensibles

Científicos de Israel crearon Piel electrónica, que viene a ser un sensor de movimiento portátil capaz de identificar flexiones y torsiones.

Los científicos han producido un material electrónico altamente estirable y han creado un sensor portátil capaz de identificar con precisión el movimiento de torsión y flexión.

Es esencialmente una piel electrónica capaz de reconocer el rango de movimiento que normalmente hacen las articulaciones humanas, con hasta medio grado de precisión.

Este avance es el resultado del trabajo colaborativo entre investigadores de diferentes campos en nanomateriales e ingeniería Química.

Se publicó recientemente en Advanced Materials y apareció en la portada de la revista.

El laboratorio del profesor Haick se centra en dispositivos portátiles para diversos usos.

Los sensores de movimiento portátiles existentes actualmente pueden reconocer el movimiento de flexión, pero no la torsión.

Los sensores de torsión existentes, por otro lado, son grandes y engorrosos.

Este problema fue superado por el candidato a Ph.D. Yehu David Horev y el becario postdoctoral Dr. Arnab Maity.

Horev encontró una manera de formar un material compuesto que fuera conductor (y por lo tanto, utilizable como sensor)  flexible, estirable, transpirable y biocompatible, y que no cambiara sus propiedades eléctricas cuando se estiraba.

Luego, el Dr. Maity resolvió las matemáticas del análisis de la señal recibida, creando un algoritmo capaz de mapear el movimiento de flexión y torsión: la naturaleza del movimiento, su velocidad y su ángulo.

El novedoso sensor es transpirable, duradero y liviano, lo que permite usarlo en el cuerpo humano durante períodos prolongados.

“Este sensor tiene muchas aplicaciones posibles”, afirmó el profesor Haick.

“Puede usarse en el diagnóstico temprano de enfermedades, alertando sobre alteraciones respiratorias y trastornos del sistema motor como la enfermedad de Parkinson.

Se puede utilizar para ayudar a la recuperación motora de los pacientes e integrarse en las prótesis.

En robótica, la retroalimentación que proporciona es crucial para un movimiento preciso.

En usos industriales, estos sensores son necesarios en los sistemas de monitorización, lo que los sitúa en el centro de la cuarta revolución industrial”.

“Los polímeros conductores de electricidad suelen ser bastante frágiles”, explicó Yehu sobre el desafío que había superado el grupo.

“Para resolver esto, creamos un material compuesto que se parece un poco a la tela: los ‘hilos’ de polímero individuales no pueden soportar la tensión del material, pero su movimiento entre sí permite que se estire sin romperse.

No es muy diferente a la elasticidad de las camisetas.

Esto permite que el polímero conductor resista condiciones mecánicas extremas sin perder sus propiedades eléctricas”.

Lo que hace que este logro sea más importante es que los materiales que utilizó el grupo son muy baratos, lo que resulta en un sensor económico.

“Si fabricamos un dispositivo que es muy caro, solo un pequeño número de instituciones en el mundo occidental puede permitirse usarlo.

Queremos que los avances tecnológicos que logramos beneficien a todos, independientemente de su ubicación geográfica y estatus socioeconómico”, dijo el Prof. Haick.

Fiel a su palabra, entre los otros proyectos del laboratorio se encuentra un parche adhesivo para el diagnóstico de tuberculosis, muy necesario en los países en desarrollo.

 

Fuente: LatamIsrael

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