Sinagoga Mayor de Ciudad Real

Prácticamente desde la fundación de Ciudad Real fueron tres las comunidades que convivieron en Villa Real: la judía, la  cristiana y la musulmana. Cada una tuvo su zona de mayor influencia en diferentes espacios de la ciudad.

Ciudad Real, situada a mitad de camino entre Toledo y Córdoba, fue fundada en 1255 sobre la aldea llamada Pozo de don Gil. Prácticamente desde su fundación fueron tres las comunidades que convivieron en Villa Real: la cristiana, la judía y la musulmana. Cada una tuvo su zona de mayor influencia en diferentes espacios de la ciudad.

A los pocos años de su fundación, Villa Real ya contaba con una comunidad judía importante e integrada en la ciudad. Al barrio donde residían los hebreos se le denominaba aljama. Durante la Edad Media, la Aljama de Villa Real superaba los 2.000 habitantes, siendo la más grande de la zona, quizás porque los impuestos que se pagaban aquí, siendo gravosos, no eran tan altos como los de Toledo.

Según el historiador judaico Haim Beinart, la Judería de Villa Real alcanzó su periodo álgido en el reinado de Pedro I, El cruel (1350-1366). La convivencia pacífica de la Aljama de Villa Real se vio alterada en 1391, con los movimientos antijudíos y las matanzas que se sucedieron por toda España, llegando a desaparecer gran parte de las comunidades judías existentes en la Península Ibérica.

La Sinagoga Mayor de Ciudad RealLa Sinagoga Mayor de Ciudad Real – Foto: Rueda VillaverdeLa aljama o barrio judío de Villa Real contó con una gran sinagoga. La antigua Sinagoga Mayor fue el centro religioso de la comunidad judía de Villa Real en época medieval. Se encontraba en la calle Libertad y próxima a las calles Lirio, Cañas y Delicias.

Después de los acontecimientos sangrientos antijudíos de 1391, donde fue saqueado el barrio judío, la Sinagoga Mayor pasó a ser propiedad del rey. Con posterioridad, en 1393, Enrique II donó a su maestresala, don Gonzalo de Soto, la Sinagoga Mayor de Villa Real. Tres años más tarde, en 1396, don Gonzalo traspasó al vecino de Villa Real y tesorero del rey, don Juan Rodríguez, las propiedades que había recibido de Enrique II; y tres años más tarde, en 1399, Juan Rodríguez regaló el inmueble de la antigua Sinagoga Mayor al convento de los dominicos de Sevilla, con el fin de que en dicho lugar se levantase un convento de la Orden de Santo Domingo.

Los frailes dominicos adaptaron para el culto cristiano la sinagoga Mayor de Villa Real, convirtiéndola en su oratorio y convento, bajo la advocación, en un principio, de San Juan Bautista.

Con la desamortización de Mendizábal, los frailes dominicos se vieron en la obligación de tener que dejar el convento, permaneciendo el edificio abandonado durante años, hasta que fue demolido en torno a 1840. Sus materiales, especialmente la piedra, se utilizaron para los sillares de la plaza de toros y el teatro de la Amistad que se construyó en la calle Toledo, frente al palacio de la Diputación.

De la antigua Sinagoga Mayor de los judíos solo queda como testigo la supuesta puerta principal de entrada, situada en la calle Libertad esquina a Lirio, que contiene un gran arco de herradura formado por dovelas muy largas y una incisa decoración de zigzagueados, tal y como se observa en la fotografía superior, tomada en 1975. Este arco, con gran parecido al que existe en la sinagoga del tránsito de Toledo, se conserva en la actualidad en el Museo Provincial de Ciudad Real.

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