UNA GENIALIDAD DEL INOLVIDABLE JORGE SCHUSSHEIM Z’L

Qué me vienen a hablar de Villa Crespo? Qué pasó alguna vez en Villa Crespo? Villa Crespo es sólo un suburbio del judaísmo porteño.
El Once! Ese era el verdadero ghetto.
Allá pasaba todo! La vida, los amores, las traiciones, los chismes…
Villa Crespo tenía cafés? Uno, el Izmir, con suerte. Y además, lleno de turcos.El Once, en cambio, tenía el Bar León, el Comercial, sedes de negocios y movidas políticas escenciales para la comunidad.Allí se negociaban cargos en las instituciones, se acusaban y disculpaban estafas y otras yerbas; se jugaba al billar y al dominó (gran deporte judio). Allá iban los verdaderos judios a comer pebetes de jamón crudo en medio del Iom Kiper.
Qué teatro idishe funcionó en Villa Crespo? El Mitre. Nombre goy, si los hay.
En el Once estaban el Soleil, el Excelsior, el Ombú, el Cristal, el IFT… Adonde vivía Daniel Barenboim? Pueyrredón y Tucumán. Pleno Once! Y Jacobo Timerman? Cangallo y Uriburu. Pleno Once! Y Tato Bores? Cavia y Castex: pleno Once! El Di Tella estaba en el Once, o por lo menos estaba mucho más cerca del Once que de Villa Crespo.
Qué comían los de Villa Crespo? Pizza en Canning y Corrientes. 
Y las rotiserías judías, también eran del Once?Fíjense en Goggle Earth: Pasteur, Uriburu, Junín: las calles del pastrón y los arenques y los plétzalaj y el pan Goldstein!
Y el sicoanálisis? Nacido y Criado en el Once.Villa Crespo dió, a lo sumo, mecánicos dentales.Los sicoanalistas de la escuela de Viena que se rajaron de Europa vinieron todos al Once. La hora de cincuenta minutos fué inventada en Junín y Lavalle. 
En el Once tenemos códigos sicoanalíticos. Si pasaban por Viamonte y Larrea iban a ver a Cipe Lincovsky haciendo las compras. Ustedes creen que ella entraba a la carnicería y pide, como si fuera un ama de casa de Villa Crespo, un peceto y medio kilo de milanesas? Para nada! Ella entraba, se agarraba la teta izquierda y le gritaba al carnicero: “Primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista”. 
En Villa Crespo hubieran llamado a la cana. En el Once, no. Le daban el peceto y las milanesas porque en el Once sabemos interpretar.Antes, en el Once los negocios eran tienduchas manejadas de memoria por los viejos judíos y árabes.Después, durante los noventa, los yernos tomaron el poder.
Un localcito de 4X4 que vendía corpiños y bombachas pasadas de moda en el fondo de una galería mugrienta, pasó a llamarse “Miami International Lingerie Importers Center” y se cotizaba en dos millones de dólares.Pero vino la crisis, echaron a los yernos y el Once volvió a los shmates de siempre. 
Hoy hay árabes…coreanos…peruanos… yernos disfrazados de suegros…gente que va y que viene como hormigas locas cargando enormes paquetes.
Judios? Quedan pocos. Pero el inmortal espíritu del shleperai sigue campeando en todos los negocios. 
iVA? Quién habló de factura???

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