Después de cinco años en los pasillos de las Naciones Unidas el embajador saliente de la ONU Danny Danon tiene mucho que decir. En una entrevista exclusiva con JNS, el político de 49 años, veterano del Likud, habló sobre su experiencia en Nueva York y sus planes para el futuro.
Danon tocó temas clave durante su mandato, incluyendo las relaciones entre los Estados Unidos e Israel y la visión internacional del Estado judío en los salones de las Naciones Unidas; los recientes esfuerzos para aplicar la soberanía israelí sobre el Valle del Jordán, y partes de Judea y Samaria; la siempre presente amenaza iraní, además de las acciones de sus apoderados, Hamas y Hezbolá; las crecientes relaciones diplomáticas de Israel con los países árabes vecinos y los estados del Golfo Pérsico; y el actual conflicto israelo-palestino.
P: ¿Qué se siente al estar de vuelta en Israel después de haber servido como embajador de Israel ante las Naciones Unidas estos últimos cinco años, especialmente ahora que estamos en medio de la pandemia mundial del coronavirus? Además, ¿qué es lo que más echó de menos al no vivir aquí?
“Siempre es bueno estar de vuelta en Israel, incluso cuando estamos experimentando la crisis del coronavirus. Aunque Nueva York tiene una de las comunidades judías más fuertes del mundo, donde conocimos a gente estupenda y tuvimos increíbles cenas y fiestas de Shabat, es genial estar de vuelta aquí con la familia y los amigos.
“Espero que superemos esta segunda ola. Debemos seguir las pautas para poder celebrar las Altas Fiestas este otoño con nuestras familias. Espero que mis hijos puedan ponerse al día con sus abuelos y pasar tiempo con ellos ahora que hemos vuelto”.
P: ¿Cuáles cree que fueron sus mayores logros?
“Creo que en mis cinco años tuve muchas victorias, así como muchos desafíos e incluso decepciones. Pero el mayor logro para mí, que es realmente una victoria para Israel, es el momento en que entré en el Salón de la Asamblea General como presidente de la “Sexta Comisión” de la Asamblea General, que se ocupa de cuestiones jurídicas. Esta fue la primera vez que un embajador israelí ha servido como jefe de uno de los comités permanentes de la ONU. No fue fácil ser elegido, 109 países votaron por mí, mientras que 43 votaron por otros países (esencialmente en mi contra). Hubo mucha tensión con esa votación. Pero nunca olvidaré haber entrado en la sala y presidir esa primera reunión”.
P: Cuando comenzó su cargo, la representante de la administración de Obama ante las Naciones Unidas era Samantha Power. Luego con la administración Trump, fue la embajadora Nikki Haley, a quien algunos argumentarían que fue la representante de los Estados Unidos más franca y solidaria con Israel de todos los tiempos. Hablemos de las diferencias en el trabajo con los dos.
“Para que conste, tuvimos una gran cooperación con la administración de Obama. Pero no se puede ignorar cómo el presidente Obama impulsó esa vergonzosa Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en diciembre del 2016 que calificó la presencia de Israel en Jerusalem como una violación del derecho internacional. Por primera vez en la historia, tuve que trabajar en contra de los Estados Unidos. Durante años, habíamos colaborado contra rivales comunes. Pero aquí tuve que tratar de conseguir el apoyo de otros países contra los Estados Unidos. Esto no fue fácil. Me alegré mucho cuando la embajadora Nikki Haley intervino. Se convirtió en una buena amiga personal mía y de mi familia, y, por supuesto, en una verdadera amiga del Estado de Israel”.
P: ¿Le preocupa la posición de Israel en las Naciones Unidas si el exvicepresidente Joe Biden gana las elecciones presidenciales en noviembre? Eso significaría casi con seguridad que el actual embajador de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, Kelly Craft, sería reemplazado.
“No nos corresponde involucrarnos en la política interna de los Estados Unidos. Estamos agradecidos por todos los pasos que la administración de Trump ha dado, ya sea reconociendo a Jerusalem como nuestra capital y trasladando la embajada de Tel Aviv a Jerusalem, reconociendo nuestros derechos a los Altos del Golán, iniciando el plan de paz Trump (Medio Oriente) y más. Pero estoy seguro de que trabajaremos bien con cualquier presidente estadounidense, ya que Israel y los Estados Unidos tienen intereses y valores comunes. Esta colaboración continuará independientemente de los resultados de las elecciones”.
P: En junio, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, mencionó que cualquier intento de Israel de implementar la soberanía en el Valle del Jordán, y de partes de Judea y Samaria, sería una “gravísima violación del derecho internacional” y perjudicaría los esfuerzos de paz con los palestinos. Muchos otros funcionarios de las Naciones Unidas han hecho comentarios similares. ¿Cuál es su respuesta a estas advertencias?
“Creo firmemente, y lo subrayo, que nosotros tenemos los derechos sobre la tierra en Judea y Samaria. Este es nuestro derecho bíblico. Saqué una Biblia y se la mostré a mis colegas del Consejo de Seguridad, y manifesté: “Este es nuestro derecho sobre la tierra”. Y luego les expliqué nuestros derechos históricos a estas áreas y nuestros derechos bajo el derecho internacional.
“La decisión de la aplicación de la soberanía es una que pertenece al gobierno israelí. En mi papel, les diría a mis colegas israelíes que tomaran la decisión correcta de aplicar la soberanía y les haría saber que nos ocuparemos del retroceso diplomático que seguirá a tal decisión. Una vez más, reto a cualquiera a que demuestre que estoy equivocado cuando se trata de nuestros derechos en estas áreas”.
P: Irán sigue siendo la mayor amenaza no solo para Israel, sino para el mundo, ya que sigue siendo el mayor estado patrocinador del terror en el planeta. ¿Vio usted una voluntad o seriedad en las Naciones Unidas para enfrentar a los mulás en Teherán?
“Pasé mucho tiempo en la cuestión iraní porque dondequiera que se vea la inestabilidad en la región (Medio Oriente), se pueden ver las huellas del régimen iraní. Ya sea que se trate de Hezbolá en Líbano o sus representantes en Siria, Hamas en Gaza, Yemen, lo que sea. Gastan miles de millones de dólares al año promoviendo el terrorismo en la región. Me alegra que Israel no estuviera solo y que trabajáramos con otros países en el tema iraní.
“El desafío está en Europa. Pero empezamos a ver un cambio. Por ejemplo, Alemania ha ilegalizado a Hezbolá, etiquetándolos como una organización terrorista. Esperamos ver a muchos más países que retrocedan ante la agresión iraní”.
“En pocos meses, el Consejo de Seguridad de la ONU tendrá que decidir si continuará o no apoyando el embargo de armas contra Irán, que forma parte del JCPOA (Plan de Acción Integral Conjunto, o acuerdo nuclear del 2015) y está programado para expirar en octubre de este año. Se espera que los países reconozcan las violaciones de Irán y extiendan el embargo.
“Trabajar con Europa es un proceso continuo. Compartimos información crítica e inteligencia con los países de la UE. No pueden ignorar las hostilidades del régimen iraní”.
P: Usted ha notado el calentamiento de las relaciones entre Israel y otras naciones árabes-musulmanas en Medio Oriente en los últimos años, especialmente cuando se trata de formar un frente unido contra Irán. Describa cómo fue ver esas relaciones desarrollarse de primera mano.
“Hace unos años, visité Dubai y vi el Golfo Pérsico y el país de Irán con mis propios ojos. Tuve una conversación con un alto funcionario de Dubai, quien me informó que el primer misil lanzado por Irán apuntará a Abu Dhabi (la capital de los Emiratos Árabes Unidos) y no a Jerusalem. Realmente creo que, como resultado de la agresión de Irán, Israel está trabajando conjuntamente y seguirá trabajando con otros países de la región. Hoy en día, estamos en un nivel de cooperación totalmente diferente”.
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