Hezbollah, bajo inmensa presión internacional
Estados Unidos aumentó las sanciones, no solo sobre Hezbollah mismo, sino también sobre el círculo externo – los negocios asociados con Hezbollah, las empresas en las que opera como testaferro e incluso ex políticos que robaron dinero del presupuesto libanés y transfirieron esos fondos a Hezbollah.
Tras el fracaso de las negociaciones para formar un nuevo gobierno, dadas las exigencias de Hezbollah y Amal de controlar el Ministerio de Finanzas, el presidente francés Macron anunció que Hezbollah había “traicionado al pueblo libanés”. Así, Francia, que insistió en mantener un diálogo con Hezbollah, se dio cuenta de que esto no necesariamente produjo los cambios deseados para el Líbano y que por lo menos por el momento, no es claro qué va a pasar con la ayuda francesa al Líbano.
El discurso de Netanyahu en la ONU, seguido de las publicaciones del vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que reveló tres depósitos de municiones de Hezbollah en el corazón de Beirut, declaró que “¡aquí es donde podría ocurrir la próxima explosión!”
No confundan estas palabras con propaganda, o presión en la comunidad internacional. El objetivo de Netanyahu era la evacuación de los misiles. Una planta expuesta de misiles de precisión es indefectiblemente una planta evacuada de misiles de precisión.
Aunque las FDI se abstuvieron de atacar el Líbano desde la segunda Guerra del Líbano en 2006, han, una vez más, por lo menos logrado alcanzar sus objetivos de otras maneras. Al mismo tiempo, otros acontecimientos en el Líbano desbordaron de nuevo los medios de comunicación con críticas a Hezbollah: la desaparición de la ayuda humanitaria que llegó al Líbano proveniente de diversos países y su posterior “hallazgo” en manos de los oficiales del gobierno – tales como el presidente – profundizaron la sensación libanesa de que a los dirigentes simplemente no les importa.
La explosión reciente del depósito de municiones de Hezbollah en un pueblo al sur del Líbano ocasionó daños en un barrio residencial y al parecer la muerte de un operativo de Hezbollah. Además de estos hechos falta un componente significativo – los libaneses. Son aquellos en el Líbano y quienes emigraron en desesperación cuando advirtieron que Hezbollah tomaba el control del país. No los vemos ejerciendo la máxima presión posible para formar un gobierno de expertos; tanto es así que renunció el candidato a primer ministro, Mustafa Adiv. No los vemos generar ningún tipo de liderazgo alternativo fuera del Líbano, o estar involucrados activamente a la hora de supervisar que la ayuda humanitaria llegue a su desesperada patria. Por desgracia, apenas los vemos en las protestas contra Hezbollah. El Covid-19 está extendiéndose por el país, la cuarentena continúa y la dificultad para manifestarse en contra del gobierno va en aumento. La presión internacional sobre el Líbano no dará lugar a ningún cambio si éste no es apoyado por el pueblo libanés. Como israelí, muchas veces he hablado sobre mi expectativa de que una madre libanesa se levante desde el otro lado de la frontera, saque los cohetes de su casa, y diga “basta”. Pero aquellos quienes viven en un país libre no pueden realmente apreciar el miedo en el que se ven sumidos los libaneses.
El hecho de que la investigación exclusiva del Centro Alma sobre los sitios de misiles de Hezbollah fuera ratificada por la divulgación del Primer Ministro israelí Netanyahu sobre los depósitos de Hezbollah demuestra que hasta el proyecto de Hezbollah más confidencial puede ser develado partiendo de la información proveniente de fuentes abiertas. Esto también prueba que hay varios en el Líbano que saben mucho más de lo que están dispuestos a hablar libremente. Son socios reticentes en el negocio del encubrimiento que preserva sus vidas y las vidas de sus familias – por el momento – pero que le permite a Hezbollah a tomar control sobre el Líbano, agotar las finanzas del estado y erradicar la esperanza de un futuro mejor.
Centro ALMA de Educación e Investigación
Joseph Humire
Los negocios de Hezbollah y el lavado de dinero en América Latina
Hoy nos conectamos con el experto en seguridad global, Director Ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, en Washington; Joseph Humire, para conversar sobre el trabajo de investigación que realizaron, en el que muestra que hay un vínculo entre algún personaje del gobierno actual de Venezuela y la organización y el planeamiento de los ataques a la Embajada de Israel y a la AMIA.
El experto señaló que “es un informe publicado la semana anterior, referido al nexo de Maduro con Hezbollah y por lo tanto con Irán, que describe esta conexión en base a tres clanes o familias libanesas venezolanas que están en el territorio del país”.
“Por mucho tiempo con mis equipos estamos investigando este tema y hoy ya conocemos cómo funciona esta red de apoyo a Hezbollah por parte de Venezuela”, afirmó. Y explicó que una de ellas es el clan Rada, que tiene varias familias. Son grandes estructuras que tienen varios familiares, hermanos, primos; etc., que están trabajando en diferentes áreas, no todas vinculadas a la actividad terrorista, pero en estos clanes que mencionamos en el informe, por menos una parte, está vinculada a esta actividad ilícita de Hezbollah.
A este clan ya lo tenían en la mira desde hacía un buen tiempo, porque estaba mezclado en diferentes negocios, tanto legítimos, de comercio exterior de Venezuela, como también algunas acciones presuntamente ilícitas, especialmente en el lavado dinero en Panamá, Belice, Colombia y en otros sitios.
Contó que cuando estuvo en Argentina, el año pasado, tuvo unas conversaciones con gente que conoce el tema de AMIA , porque lo han investigado y lo siguen haciendo; y surgió que un miembro del clan estaba vinculado o sospechado de estarlo en el ataque a la AMIA y al atentado contra la Embajada de Israel. Nunca fue claro su rol, porque había mala información, podría ser su alias, pero sin embargo, lo que se sabe es que estuvo presente en la Triple Frontera.
Se escuchan diferentes versiones sobre su papel en la Argentina, desde que podría ser quien transportó los explosivos o el que ayudó a ocultarlos en Buenos Aires. Pero también lo ha confirmado con otra gente de Brasil que también tenían conocimiento de este señor, entonces empezaron a conocer que tenía una larga trayectoria en Suramérica, también supieron que hacía años que trabaja en Venezuela y que su clan, su familia, tiene relaciones con el régimen de Maduro”.
Respecto de si su nombre figura en la investigación que se ha hecho en la Argentina, Humire dijo:“En la causa pública que hizo Alberto Nisman no, he leído esa causa varias veces y nunca figuró su nombre, pero hay muchos individuos, muchas entidades, que no figuran y estaban en la investigación de inteligencia que hizo la SIDE en su momento”. Supone que porque no había suficientes evidencias de una pista legal, pero había cosas.
Señaló Humire que él escribió un informe en 2016 sobre la causa, para el cual pude revisar las escuchas que Nisman entregó, y que se dio cuenta de que había varias partes del expediente AMIA que no estaban mencionadas en el informe público, pero que tenían mucha relevancia; por ejemplo el financiamiento.
Señaló el entrevistado que estudió mucho sobre el uso de las frigoríficos y las empresas de preparación de carnes para las exportaciones que Argentina estaba haciendo a Irán en ese entonces, en los años ochentas y noventas, para crear un gran mecanismo de movilización de fondos que fueron utilizados, no sólo para financiar el atentado, sino también para mover operativos a Buenos Aires.
Hay muchas investigaciones de inteligencia previas al juicio oficial que hizo Alberto Nisman que, según él no siguieron todas las pistas, sino que tomaron las que pensó que era las más concretas legalmente.
Con relación a las actividades actuales de este clan en Hezbollah, Venezuela y América Larina, dijo Humire: “Por eso lo mencionamos en el informe, porque hay más clanes libaneses que están trabajando en Venezuela, aparentemente en apoyo al régimen de Maduro y conectados con Hezbollah”.
Indicó que identificaron a nueve, pero que solo mencionaron tres porque son los más evidentes, aunque dos de ellos ya tienen sanciones y juicios en Estados Unidos contra los presuntos miembros de estas familias. Cada uno de ellos maneja diferentes aspectos de la economía ilícitas de Venezuela. Hoy en día el régimen de Maduro prácticamente está apoyado por la economía ilegal: Contrabando, narcotráfico, lavado de dinero y al tráfico ilícito no tanto de oro, pero hay otros que están vinculados. Cada uno tiene este diferente ramo y lo que tienen en común es que casi todos están vinculados con el lavado dinero, porque una actividad ilícita necesita blanquear sus fondos para poder moverlos, y aqui es donde Hezbollah tiene una fuerza mayor con sus propios sistemas financieros desde Líbano.
Radio Jai