El pasado jueves 10 de septiembre de 2020, Menora realizó un encuentro virtual con Malki Rotner.
Malki Rotner es una mujer jasídica de la comunidad de Belz, de procedencia israelí, de 35 años, casada y madre de tres hijos, escritora, y periodista en distintos periódicos israelíes y activa en redes sociales. Nació en Tel Aviv y luego se radicó en Ashdod. Es además estudiante de historia y sociología.
Se desempeña como activista social miembro de la organización comunitaria «Shajrit», dedicada al diálogo y contacto intersectorial en Israel, es promotora de empleo para la sociedad por parte del ministerio gubernamental e impulsora de estudios religiosos avanzados para mujeres. Creó el proyecto «Lomdot», el cual está destinado a fomentar a mujeres a preparar y exponer su análisis personal de las fuentes religiosas.
La comunidad de Belz a la que pertenece, es una de las más grandes comunidades jasídicas que están presentes en Israel, y tiene también una presencia considerable en Brooklyn, Nueva York, y en países como Inglaterra y Canadá. La sinagoga en Jerusalén tiene una capacidad para 10000 feligreses.
Su nombre proviene de su origen, Belz, ciudad de Ucrania. Al final de la Segunda Guerra Mundial, casi todos los miembros de la comunidad fueron asesinados por los nazis. Aharon Rokeach, el Rabino, sobrevivió, y se restableció en Israel. Allí, restableció la comunidad jasídica.
Malki habló sobre la solidaridad de su comunidad, y el valor del Jasidut en cuanto a la posibilidad de servir a Dios en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Vive en un barrio en el que conviven religiosos y laicos, y mantiene vínculos igualitarios de respeto con todos. Estudia Torá en profundidad con un grupo de mujeres, lo que no es usual en el mundo observante, pero es un derecho que logró adquirir a través de su perseverancia.
El Rabino Isaac cerró el evento dando la bienvenida y felicitando a Malki, por ser una mujer joven que aporta al despertar de los derechos que Dios le otorgó a la mujer. Comentó que en la historia judía hubo muchas mujeres que se destacaron y contribuyeron al progreso en el estudio, tanto religioso como académico, de la mujer y también ejercieron cargos de liderazgo como la jueza bíblica Debora. Explicó que tanto el hombre como la mujer tienen los mismos derechos para acceder al estudio de Torá y la formación en ámbitos de profesiones, lo cual se aprende de Abraham y Sara, nuestros patriarcas, ya que ambos impartían conocimiento religioso.
A su vez, el Rab Sacca comentó que sus maestros, el Jajam Chehebar y el Rab Ovadia Yosef coinciden en que la mujer no debe ser restringida si ella lo desea, en ningún ámbito, sea religioso o profesional.
El Rabino Sacca, también comentó que sus antepasados provienen de Ucrania y quizá algunos pertenecieron a esa comunidad de la ciudad de Belz.
El Rab Sacca destacó que Malki es un ejemplo para que la gente entienda que ser observante para la mujer judía no genera ningún límite en la sociedad religiosa, que solo es un mito o es una elección propia de algunas mujeres que no desean dedicarse a lo profesional o los estudios religiosos, pero que de ninguna manera alguien en las comunidades observantes las limitan, como se hacía notar en algunas series de la tv.
Cerró el evento con palabras de elogio a Malki, siendo ella un claro ejemplo de cómo conviven la observancia y el activismo social en una mujer jasídica.
Participaron más de 500 personas de distintos países.
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