Hoy observaremos el ayuno del 10 de Tebet que nos recuerda el comenzó del sitio a Yerushalayim (Jerusalén). Este fue el primer paso que llevó a la destrucción de nuestro Templo, el Bet haMiqdash.
Por años, el profeta Yirmiyahu había advertido al pueblo acerca de la gran corrupción, la idolatría, la profanación del Shabbat y el abandono de la Torá. Yirmiyahu hizo la peor advertencia. «Si no se arrepienten», les dijo, «el Bet haMiqdash será destruido por Babilonia». Cuando Yirmiyahu anunció esto en el Bet haMiqdash, los Sacerdotes y lideres religiosos quisieron ejecutarlo por blasfemia.