Visión
Durante el Siglos XIX y principios del XX recibió una enorme cantidad de inmigrantes, muchos de los cuales eran judíos.
Algunos llegaron por su cuenta, otros lo hicieron en grupos y otros a través del programa que el Baron Maurice Hirsh dispuso para la creación de colonias agrícolas.
Los inmigrantes judíos produjeron una gran cantidad de personalidades destacadas en todos los ámbitos: el arte, la ciencia, el comercio y la industria.
Alcanzaron incluso, a ocupar importantes cargos en el gobierno.
Argentina es, también, un país muy concentrado.
Su capital, la ciudad de Buenos Aires, es la más poblada. La mayor parte de la comunidad judía vive en ella.
Sin embargo, a lo largo del país existen comunidades judías en cada una de las 24 provincias.
Conforman la comunidad judía más grande de Sudamérica y una de las mayores del mundo, después de Israel, Estados Unidos, Francia e Inglaterra.
Esta característica, sumada a la extensión del territorio, conforman una diáspora argentina.
Judíos con más de un siglo viviendo en Argentina se encuentran organizados en comunidades con distinto grado de desarrollo y participación.
Sefaradíes y Askenazies conviven y comparten espacios que en alguna ciudad tiene mayoría de una u otra ascendencia.
Las propuestas comunitarias tradicionales son opciones poco atractivas para los judíos del Siglo XXI, que en su mayoría son personas cosmopolitas, democráticas, de nivel socio económico medio o medio-alto, con buen o muy buen nivel educativo que se reconocen judíos pero no participan.
Objetivos
El proyecto de Museo de la Inmigración judía en Argentina apunta a crear un espacio institucional moderno, pero fundamentalmente, flexible y versátil.
Es el primero de este tipo en Sudamérica.
Se trata de una marca que representa una propuesta novedosa y diferente a la tradición institucional, que comunica modernidad y una mirada propia del Siglo XXI.
Un museo no es una colección de materiales pertenecientes a otro tiempo: es un espacio en el que se crea la historia combinando lo anterior con lo presente, y que genera acciones que movilizan abriendo espacios de participación.
El museo genera actividades, recorre y es recorrido, a la vez que ofrece contenidos interactivos basados en la web y en las redes sociales.
El museo es una fábrica de pertenencia.
Los objetivos de un Museo de inmigración judía son:
- Desarrollar métodos de integración para cada comunidad
- Desarrollar canales de participación e intercambio entre las comunidades
- Desarrollar formas de comunicación actuales, propias del Siglo XXI
- Revitalizar la vida cultural judía
- Crear una base documental de personas, lugares, testimonios, fotos, videos e información en general acerca de la inmigración judía en Argentina.
- Rescatar documentos y objetos dispersos a lo largo del país
- Desarrollar una narrativa histórica completa y libre de prejuicios acerca de la inmigración judía en Argentina.
- Promover actividades productivas, como cursos, producciones audiovisuales, libros, encuentros musicales y representaciones teatrales
- Ofrecer información útil para la actividad de los miembros y los jóvenes
- Desarrollar el turismo judío, orientado a las distintas comunidades y a la sociedad en general