¿Se disculparán los dirigentes palestinos ante Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) por acusarlos de traicionar a los palestinos y los árabes al firmar acuerdos de paz con Israel?
La semana pasada, la Autoridad Palestina (AP), liderada por el Presidente Mahmoud Abbas, en un movimiento sorpresa, anunció que ha decidido restaurar todas las relaciones con Israel, incluyendo la coordinación de la seguridad entre las fuerzas de seguridad de la AP y las Fuerzas de Defensa de Israel en Judea y Samaria.
Abbas también debe una disculpa a los palestinos porque su decisión de cortar los lazos con Israel privó a los pacientes palestinos – excepto a otro prominente líder palestino, Saeb Erekat – de recibir tratamiento médico en Israel. La decisión también privo a miles de palestinos de recibir los salarios completos: Abbas se había negado a aceptar los ingresos fiscales recaudados por Israel en nombre de los palestinos.
Además, la AP decidió devolver a sus embajadores palestinos a Bahréin y a los Emiratos Árabes Unidos después de haberlos convocado a consultas para protestar por los acuerdos de paz entre los dos países e Israel.
Irónicamente, algunos palestinos acusan ahora a los dirigentes de la AP de hipocresía y “apuñalan por la espalda al pueblo palestino” al restablecer las relaciones con Israel. Varios palestinos y árabes acudieron a los medios de comunicación social para exigir sarcásticamente que la AP retirara a su embajador de Ramala para protestar por su propia decisión de “normalizar” las relaciones con Israel.
La decisión de la dirección de la AP de restablecer los lazos con Israel y devolver los embajadores palestinos a los Emiratos Árabes Unidos y a Bahréin es vista por algunos palestinos como un aparente intento de acoger a una posible nueva administración estadounidense bajo el presunto nuevo presidente electo Joe Biden. Abbas también espera que, a cambio, los EE.UU. y algunos Estados del Golfo reanuden el vertido de dinero en las arcas de la AP – para empezar.
El analista político Bahreiní Abdullah Al-Junaid, dirigiéndose a Abbas, escribió:
“Su Excelencia el Presidente Mahmoud Abbas, como ciudadano de los Estados árabes del Golfo, acojo con satisfacción la decisión de devolver los embajadores palestinos a Manama y Abu Dhabi, pero debe emitir inmediatamente una declaración formal de disculpa a todos los ciudadanos del Reino de Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos y el Reino de Arabia Saudita por sus declaraciones e insultos contra nosotros”.
Al-Junaid señaló que Abbas presidió una reunión de las facciones palestinas en septiembre para condenar y lanzar insultos a los árabes del Golfo y sus líderes.
“Desde la década de 1960, los niños de los Estados del Golfo solían contribuir con sus dietas para apoyar a los palestinos”, señaló Al-Junaid. A cambio, añadió, los dirigentes palestinos no han mostrado más que desprecio por el pueblo del Golfo:
“Nos acusó de vender Jerusalem y al pueblo palestino, mientras que vuelve a sus acuerdos de seguridad con Israel sin emitir una declaración explicativa al público palestino, y mucho menos a los árabes. A esto le siguió el regreso de los embajadores [palestinos] a Abu Dhabi y Manama sin ninguna vergüenza o la emisión de una declaración de disculpas en su nombre. No me preocupan sus asuntos internos, Sr. Presidente, pero cualquier ataque contra un ciudadano del Golfo es un asunto que ya no es aceptable. Debe disculparse pública y personalmente por lo que nos ha hecho”.
Al-Junaid y otros árabes del Golfo pidieron que se boicoteara a los dirigentes de la Autoridad Palestina hasta que Abbas presentara una disculpa por haber insultado a los Estados del Golfo e incitado a sus ciudadanos a rebelarse contra los gobernantes de los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.
El escritor emiratí Turki Hasher exigió que la dirección de la AP se disculpara antes de enviar a los embajadores palestinos de vuelta a Bahréin y a los EAU. El liderazgo palestino, dijo, ha admitido finalmente que la retirada de los embajadores fue un error. “Pero no creo que traerlos de vuelta sea tan simple porque es necesario que haya una disculpa oficial por esta decisión apresurada, que refleja confusión y mala gestión”, escribió Hasher.
El analista político kuwaití Mohammed Al-Mulla se preguntó por qué todos los que habían condenado a los Emiratos Árabes Unidos y a Bahréin por la firma de tratados de paz con Israel ahora guardaban silencio sobre la decisión de los líderes palestinos de renovar las relaciones con Israel:
“Nos enteramos de las amenazas e intimidaciones de todas las facciones palestinas y los partidos islamistas sobre el tema de los acuerdos de paz entre los Estados del Golfo e Israel. Pero, ¿dónde están hoy en día con respecto a la normalización palestino-israelí?”.
El usuario de medios sociales de los Emiratos Árabes Unidos BintUAE1900 respondió: “Ellos [los palestinos] estaban pisoteando las imágenes de nuestros líderes. Pero no los hemos visto pisotear las fotos de Abbas”.
Algunos árabes del Golfo respondieron a la decisión de los líderes de la AP de restablecer los lazos con Israel pidiendo la expulsión de los embajadores palestinos en los Estados del Golfo y boicoteando los productos palestinos.
Otro escritor kuwaití, Abdel Muhsen Husseini, dijo que le parecía extraño que, mientras que los dirigentes palestinos denunciaban los acuerdos de normalización entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, acogieran con satisfacción su propia decisión de restablecer las relaciones palestinas con los israelíes.
Observando que la decisión de los dirigentes de la AP equivalía a la normalización con Israel, Abdel Muhsen escribió que los palestinos seguían divididos debido a la disputa en curso entre la facción de Fatah de Abbas en Judea y Samaria, y Hamas en la Franja de Gaza. Según Muhsen:
“Los palestinos han perdido esfuerzos y tiempo sin dar un paso para completar el proyecto palestino de establecer un Estado palestino… Yasser Arafat desperdició todos los esfuerzos palestinos y siempre levantó la mano con el lema de la victoria, pero no pudo lograr nada”.
Recientemente, el Consejo de Cooperación del Golfo exigió una disculpa de Abbas y otros líderes palestinos por su “retórica irresponsable, incitación y amenazas” contra los países del Golfo que firmaron tratados de paz con Israel. Sin embargo, Abbas y los líderes de la AP han decidido ignorar la demanda.
El liderazgo palestino se ha disparado a mayores alturas de hipocresía. En árabe, su decisión de enviar a los embajadores palestinos de vuelta a los Emiratos Árabes Unidos y a Bahréin se llama “wakaha” (descaro). La decisión palestina de renovar los vínculos con Israel llega en un momento en que los medios de comunicación palestinos siguen condenando a otros árabes por participar en la normalización con Israel. La próxima vez que los dirigentes palestinos acusen a los árabes de apuñalar a los palestinos por la espalda, Abbas y sus funcionarios deberán primero mirarse bien al espejo y ver que sus engaños anteriores ya no son sus engaños actuales.
Khaled Abu Toameh / Gatestone.