Atentado a la AMIA: “Estamos en deuda, pero la mayor deuda la tiene Irán, que no colabora con la Justicia”, dijo Alberto Fernández

“Estamos en deuda, pero la mayor del deuda es de Irán que no accede a colaborar con la Justicia”, afirmó el presidente Alberto Fernández en una charla virtual organizada con el American Jewish Committee en coincidencia con el aniversario número 26 del atentado a la sede de la AMIA, en el que murieron 85 personas y más de 300 resultaron heridas.

Durante la charla, y además de condenar aquel ataque terrorista, el Presidente sorprendió al justificar el pacto con Irán, firmado por el gobierno de Cristina Kirchner en enero de 2013, para una vía para lograr que los acusados declaren ante la Justicia argentina. “Cuando se buscó un acuerdo, que yo critiqué mucho, en el fondo fue un intento por destrabar y encontrar una solución”, afirmó el Fernández durante el intercambio con Dina Siegel Vann, directora para América latina de la entidad judeo-norteamericana. Marcó un ostensible giro en la postura del Presidente sobre el memorándum que avanzó el kirchnerismo, hace más de siete años.

“El atentado fue muy doloroso, un atentado contra la Argentina. Nos duelen por argentinos que son, albergamos la segunda comunidad judía más grande fuera de Israel. El atentado se llevó un pedazo de cada uno de nosotros”, afirmó el Presidente durante la charla. Recordó a Paola Czyzewski, una de sus alumnas, víctima del ataque, e hija de Luis Czyzewski, uno de los querellantes de la ex presidenta y otros ex funcionarios de su gobierno por presunto encubrimiento del atentado. “Argentina está tratando de encontrar la verdad, la justicia se encontró con una dificultad: la Justicia de Irán no accedió”, sostuvo el jefe del Estado.

“No estamos en paz, no podemos quedarnos en paz, las víctimas reclaman que se haga justicia. Es una deuda para con la Argentina, no con la comunidad judía. Cuando se buscó un acuerdo, que yo critiqué mucho, en el fondo fue un intento por destrabar y encontrar una solución. Estamos en deuda, pero la mayor del deuda es del país que no accede a colaborar, eventualmente declararán y sin son inocentes se volverán a su país”, dijo Fernández en relación a la negativa de Teherán de acceder a los pedidos de Interpol y la Justicia argentina para que cinco ex funcionarios de ese país declaren como eventuales organizadores del atentado.

Hezbollah
“Sufrimos dos atentados terroristas, el terrorismo no tiene lugar en un sistema democrático. Debe ser perseguido y castigado, provenga del lugar que venga”, afirmó. Y destacó la decisión judicial de inhibir bienes en el país de Hezbollah, organización sindicada como perpetradora del atque. “Esas decisiones de la Justicia siempre las hemos respetado”, dijo el Presidente, aunque evitó confirmar si Argentina “liderará” acciones regionales para sindicar a Hezbollah como organización terrorista.

Siegel Vann comenzó el diálogo con un agradecimiento al embajador argentino en Washington, Jorge Arguello, y recordó la lucha de ese organismo para el “esclarecimiento” del atentado a la AMIA, y el de la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992. Reconoció “avances”, como el reconocimiento de Irán como responsable, y la inclusión de Hezbollah en el listado de organizaciones terroristas.

“Siempre, siempre, hemos condenado al terrorismo. Tiene que ver con lo que nos pasó como argentinos. El Holocausto, por ejemplo, no se puede negar ni discutir, tiene que ser algo cotidiano”, agregó Fernández, y sostuvo que “el antisemitismo en la Argentina está reducida a grupos minoritarios de ultraderecha”. Elogió al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por su “generosa” ayuda al país en la negociación de la deuda, y dijo que “estamos obligados a llevarnos bien” con el Estado hebreo en términos históricos y demográficos.

El encuentro virtual comenzó con la proyección de imágenes de los 85 fallecidos. Ana Weinstein, funcionaria de AMIA y sobreviviente del atentado, quien contó sus recuerdos de aquel día. “Todo fuimos víctimas del odio, la violencia y el terrorismo”, dijo Weinstein, quien culpó a Irán, Hezbollah y sus “cómplices locales” por el atentado. Hacia el final, fue David Harris, director del AJC, quien mencionó la “lucha por la verdad” y la del fallecido fiscal Alberto Nisman, cuyo nombre estuvo ausente en la charla entre Fernández y Siegel Vann.

A 26 años del atentado, el Gobierno multiplica los gestos de acercamiento con la dirigencia comunitaria, más allá del inmenso “lunar” que ensombrece la relación entre Gobierno y comunidad judía: la querella contra la vicepresidenta, acusada por Nisman de encubrir el atentado por medio del Memorándum de Entendimiento firmado por su gobierno con Irán, en enero de 2013.

Impedido por la pandemia de demostrar apoyo presencial, el Presidente ordenó a sus diplomáticos en Israel y Estados Unidos sumarse a varios de los homenajes virtuales a las víctimas. A la presencia del flamante embajador en Israel, Sergio Urribarri, en el acto de recordación llevado a cabo días atrás en ese país, se le sumará, el sábado, un homenaje conjunto de la AMIA, DAIA, el American Jewish Committee, congresistas norteamericanos, el canciller Felipe Solá y el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, un viejo aliado de Fernández desde su pertenencia al PJ porteño. Mañana, el Presidente descubrirá una placa en memoria de Sebastián Barreiros, niño de 5 años que falleciera en el ataque terrorista, y cuyo padre Julio estuvo el miércoles en la quinta presidencial de Olivos junto al presidente de AMIA, Ariel Eichbaum.

Por: Jaime Rosemberg para La Nación

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