El silencio prolongado
A medida que pasan los días, el silencio que envuelve a los rehenes se ha vuelto un sonido propio: un eco que resuena en los hogares, en los noticieros, en las plazas y en los rezos.
No hay nombres nuevos, ni señales de vida, ni certezas. Solo la angustia suspendida en el aire, como una respiración contenida.
Cada familia ha aprendido a descifrar los matices de ese silencio: un día parece promesa, otro castigo. Algunos miran la puerta esperando el regreso; otros ya ni miran, porque duele demasiado imaginarla abierta.… Leer más