Parashat Bó

Bó
La Parashá
(relato los hechos antes del estudio posterior)

( Escuchar. Oír)
Después de que Hashem envió siete plagas a Egipto, los sirvientes del Faraón finalmente le dijeron: Cuanto tiempo más seguirá siendo esto una trampa para nosotros? Liberé a los hombres para que sirvan a D’s. Acaso (el Faraón) no sabe qué Egipto esta perdido?

Los egipcios acababan de experimentar siete severas plagas, que Hashem había llevado sobre ellos. Y a pesar de que el Faraón también había atestiguado todas estas plagas.

El todavía permanecería inmóvil y se negaba a liberar a los judíos. Sin embargo los sirvientes del Faraón tenían completa claridad. Si los judíos no eran liberados, entonces Egipto y sus habitantes serían completamente destruidos.

Cómo es posible que el Faraón no haya visto lo que era absolutamente evidente para el resto? La razón es que a veces estamos demasiado cerca de la situación como para verla objetivamente.

Cómo el Faraón era el que estaba hablando directamente a Moshé, él estaba demasiado cargado emocionalmente con lo que estaba ocurriendo con “ su” país. Demasiado cerca del bosque como para ver los árboles. El Faraón- así como muchos de nosotros que estamos demasiado cerca de algo en nuestras propias vidas.

Tenía la creencia equivocada de que como estaba más cerca y por lo tanto conocía mejor la situación, estaba en la mejor posición para decidir qué debía hacerse y por lo tanto no aceptaba otras ideas y opiniones.

Es un tema de objetividad cuando a menudo escuchamos acerca de alguien que está involucrado en una relación sentimental poco sana y que al mismo tiempo no puede ver lo perjudicial que es? Y justifica su posición de “ mente cerrada” porque piensa que “ nadie conoce mi pareja como yo”.

Esa es precisamente la razón por la cual nunca podrá ser objetivo/a y actuar racionalmente.

Cualquiera que esté demasiado cerca de la situación pierde de vista la “ imagen completa “ y no puede ver con claridad. Por esta razón es imperativo buscar a otras personas y pedirles sinceramente un consejo.

Nuestra naturaleza humana generalmente descarta lo que los demás nos dicen. Esto es porque si adoptamos sus puntos de vista, entonces tendremos que admitir ante nosotros mismos que estábamos equivocados. Esta “ conveniente “ mentalidad de no escuchar los buenos consejos es la razón por la cual la gente sigue racionalizando sus malas conductas en vez de cambiarlas.

Con esta filosofía uno nunca podrá crecer o cambiar para bien. Las grandes personas son capaces de admitir sus errores del pasado y luego basándose en nuevas perspectivas, son capaces de tomar decisiones sanas y productivas.

Así que escuchemos a aquellas personas que están a nuestro alrededor que nos conocen bien y cuyas opiniones valoramos. Pero al final de cuentas la decisión es nuestra, así que combatamos el deseo de justificar nuestras acciones y comencemos a tomar los buenos consejos y aunque esto pueda ser difícil para nuestro ego, al fin y al cabo esto nos ayudará sin duda a convertirnos en mejores personas.

Shabat Shalom Umeboraj

Marcelo Mann

Estudiando la Parashá

Prof. Nejama Leibovitz
(La elegimos para nuestros estudios porque toma fragmentos de muchos comentaristas y los compara, de esa forma nos permite tener variedad de interpretaciones)

EL PRECEPTO DE LOS TEFILIN

Y te será como señal sobre tu mano
y como recuerdo entre tus ojos,
para que esté la Ley del Señor en tu boca,
porque con mano fuerte te hizo salir el Señor de Egipto.

Así será como señal sobre tu mano,
y como frontales entre tus ojos,
porque con poder de mano
el Señor nos sacó de Egipto. 

Rambam se hace eco del Talmud al hacer uso del versículo “Asienta campamento el ángel del Señor en derredor de los que Le temen, y los salva” para ilustrar la santidad especial de los “tefilín”, cuando expone el precepto de su Código, Reglamentos de los tefilín y de la Mezuzá, Cap. IV. De un modo similar sirven los tefilín como ángeles guardianes designados por Dios para salvar al hombre del pecado y para recordarle su responsabilidad para con El. El hombre es prisionero de sus cinco sentidos; va en pos de sus ojos. Necesita por lo tanto símbolos y advertencias sensibles que lo mantengan en la senda recta. Por lo cual nos parece muy acertada y bella la motivación que leemos en el Séfer Hajinuj:

Siendo el hombre de materia, sería arrastrado indefectiblemente por el deseo, porque es propio de la carne buscar ciegamente lo que es placentero, como lo hacen el caballo o la mula, si no fuera por el alma con que lo agració Dios, que le impide, según la fuerza espiritual de cada una, caer en el pecado. Puesto que el alma está confinada en el mundo material, lejos de su origen, ocurriría que siempre sería vencida; que jamás tendría la fuerza suficiente para sobreponerse. Requiere en consecuencia muchos guardianes que la preserven de su perversa compañía, para que ésta no se levante y la aniquile mientras permanece dentro de su jurisdicción. El Santo, alabado sea, quiso por lo tanto, conferirnos, como pueblo santo, una oportunidad para hacernos meritorios.
Para ello dispuso en derredor nuestro a valientes guardianes. Nos fue ordenado, por lo tanto: No interrumpir, ni de día ni de noche, nuestra meditación en la Torá; hacernos flecos en los cuatro bordes de nuestra vestidura; colocar mezuzot sobre las jambas de nuestras puertas y tefilín sobre nuestro brazo y sobre nuestra frente. Todo ésto debe recordarnos que no pequemos al dejarnos arrastrar en pos de nuestros ojos y de las inclinaciones perversas de nuestro corazón y que no incurramos en injusticia contra el prójimo …Y tú, hijo mío, observa muy bien cuán superior es la potencia de la carne sobre el espíritu pues no obstante todos estos guardianes sucede que rompe nuestras defensas. Sea el Señor, en Su misericordia, ayuda y guardia nuestra, amén.

Lo mencionado no explica sin embargo el motivo por el cual el precepto de los tefilín fue mencionado dos veces en este capítulo en conexión con el Exodo de Egipto, tanto en el párrafo “Kadesh”, como así también el el párrafo “Vehayá Ki Yeviajá”. ¿Cuál es la relación entre los tefilín, en su papel de guardianes espirituales, de “ángeles asentados alrededor del hombre para salvarlo del pecado” y el Exodo? Rambán explica extensamente el nexo. Concibe el Exodo y las maravillas concomitantes como el gran testimonio de la existencia de Dios, que creó al mundo de la nada, omnisapiente, providente, y todopoderoso. Este fue, en realidad, el propósito de los milagros, según leemos: “A fin que sepas que Yo soy el Eterno en medio de la tierra.” Luego que hubo explicado el significado de los signos y de los milagros como promotores de la fe y fortalecedores del espíritu humano, siguió diciendo:

Dado que el Santo, alabado sea, no llevará a cabo milagros en cada generación, para convencer a cada malvado o a cada ateo, nos ordenó que reconstruyamos continuamente lo que vieron nuestros ojos y lo repitamos a nuestros hijos y ellos a los suyos hsta la última generación.
El Señor confirió suma y grave importancia a este asunto. Exigió que anotemos en las jambas de las puertas de nuestras casas, todo lo que vimos … Promulgó numerosos preceptos cuyo propósito es mantener vivo el recuerdo del Exodo a través de las generaciones … Quien compra una mezuzá y la fija en la jamba de su puerta, realizando todo con la debida intención, atestigua  que el mundo fue creado por Dios; expresa su fe en Su providencia, en sus profetas y en todos los fundamentos de la Torá, y reconocimiento por la infinita merced con que agració a los que hacen Su voluntad y por habernos extraído de la esclavitud a la libertad … Y por ello dijeron nuestros Sabios: Cuídate muy bien en cumplir la mitzvá de poca importancia del mismo modo en que te esfuerzas en cumplir la mitzvá importante, pues todas son valiosas y queridas, pues el hombre reconoce por su intermedio, en todo momento a Dios. La intención común a todos los preceptos es de que creamos en Dios y lo reconozcamos como nuestro Creador. Esta es también la intención de la Creación, fuera de éste, a saber, que el hombre conozca y reconozca a Dios que lo creó.

Según Rambán, la relación entre los milagros del Exodo y los tefilín es como la relación entre el agua madre y los cristales, perfectos y maravillosos en su arquitectura, de duración infinita. El amor al Señor, que se reveló en la generación del Exodo junto a los milagros que lo acompañaron, se purificó y solidificó convirtiéndose para las generaciones subsiguientes en los tefilín, que, al coronar la cabeza y adornar el brazo, reviven en la mente y en el corazón aquella vivencia ardiente y ayudan a vivir cotidianamente con la fe de que existe una divinidad que creó al mundo de la nada, omnisapiente, providente, y todopoderosa, y a la cual expresamos nuestro agradecimiento por habernos creado, pues ésta fue la intención de la creación, no existiendo otro objetivo en la creación fuera de éste: “Que el hombre conozca y reconozca a Dios que lo creó.”
También Rabí S.R. Hirsch concibe la relación entre el Exodo y los tefilín como expresión de agradecimiento por la gracia recibida. Encuentra en el texto una alusión:

“Así será como señal sobre tu mano y como frontales entre tus ojos, porque con poder de mano el Señor nos sacó de Egipto”.
No fue nuestra mano la que nos redimió en Egipto, sino que fue la mano de Dios la que nos devolvió el vigor de la nuestra, vigor que habíamos perdido allí.
Nuestra mano, que había estado presa en Egipto, fue liberada con un sólo propósito: Que la subordinemos a El, y sólo a El.

El yugo de Egipto fué quitado de encima nuestro a fin de someternos al yugo divino, pues no es libre sino quien se somete al yugo de la Torá.
Después que hemos aclarado la relación de estos versículos con el Exodo, pasemos a examinarlos desde el punto de vista de su sintaxis para que podamos responder luego a la pregunta: ¿Cuál es su significado simple y llano?
Veamos, en primer lugar, la interpretación de Rashbam, sorprendente y asombrosa a la vez:

“Como señal sobre tu mano” – el significado simple es: Será un recuerdo permanente, como si estuviera escrito sobre tu mano, en el sentido que tiene el versículo: “¡Pónme como sello sobre tu corazón!” 
“Entre tus ojos”: Como una joya y una cadena áurea que es usual colocar sobre la frente como adorno.

R. Abraham Ibn-Ezra critica enérgicamente esta interpretación:

“Y te será”: Hay quienes están en desacuerdo con nuestros santos antepasados al decir que las expresiones “como señal” y “como recuerdo” tienen el mismo sentido como lo que leemos: “para tu cabeza una guirnalda de gracia y collares para tu cuello”; del mismo modo interpretan “y las atarás por señal en tu mano”, como si tuvieran ante sí el versículo: “Atalos de continuo sobre tu corazón”. Explican “Y las escribirás sobre las jambas de tus puertas” lo mismo que: “Escríbelas en la tabla de tu corazón”. ¿Y qué es según ellos, el signo o la señal? El que esté de continuo sobre tus labios el hecho que el Señor con mano fuerte te hizo salir de Egipto.
Esto es incorrecto. En el principio de Mishlé está escrito: Los proverbios de Shelomó, o en traducción, literal: Las alegorías de Shelomó. Todos sus proverbios fueron alegóricos, pero, el Pentateuco no es alegoría. Lo escrito en él debemos entenderlo en su sentido simple, salvo aquellos lugares que el sentido común nos dicta interpretarlos alegóricamente, por ejemplo: “Circuncidad, pues, vuestros corazones”.

En el comentario Harejasim Labiká al Pentateuco, encontramos un dictamen en esta controversia, opuesto a la opinión de Rashbam.

“Para que esté la ley del Señor en tu boca”: Siempre. Cuando coloques estas señales sobre tu mano y sobre tu frente, recordarás siempre la Ley en tu boca. El final del versículo denota el argumento de quien interpreta su comienzo con un estilo libre.

¿De qué modo anula el final del versículo la interpretación de Rashbam? Al concebir el acto de recordar la Ley, mental y oralmente como objetivo del precepto. Resulta entonces que los tefilín son el medio – señal y símbolo – que activa el recuerdo. Si la intención del versículo no hubiera sido una señal concreta, atada a la frente y a la mano, sino tan sólo el acto de recordar, ¿cómo puede ser la memoria, a la vez medio y meta? Por fuerza debemos admitir que el texto se refiere a un signo concreto que se sirve de medio para avivar el pensamiento y la palabra.
Pero, aún no hemos comentado el versículo desde el punto de vista sintáctico.

Examinemos con tal propósito dos comentarios:

Y te será como señal sobre tu mano, y como recuerdo entre tus ojos, para que esté la Ley del Señor en tu boca: Porque con mano fuerte te hizo salir el Señor de Egipto. 

Rambán:

La construcción lógica del versículo debe ser: Y te será como señal sobre tu mano, y como recuerdo entre tus ojos, porque con mano fuerte te hizo salir el Señor de Egipto, para que esté la Ley del Señor en tu boca.
Y debe ser interpretado así: Que anotes sobre tu mano y entre tus ojos el Exodo de Egipto y lo recuerdes siempre a fin que esté la Ley del Señor en tu boca, y para que guardes Sus mandatos, pues El es tu Señor que te redimió de la Casa de la Esclavitud.

Haamék Davar:

“Y te será señal”: Tampoco, ésto, la ofrenda pascual ni la narración de Pesaj (la Hagadá) son suficientes, por ello harás algo que te recuerde cotidianamente el Exodo. Un padre narró a su hijo un relato, con una moraleja importante. Luego, cotidiana y brevemente le recordaba el contenido de la narración. Así que hubo transcurrido un año volvió a relatarla in-extenso. Igualmente nos ordenó el Señor que después del relato de Pesaj hagamos señales, cotidianamente, sobre la mano y la frente, cerca del corazón y de la mente, asiento de los sentimientos y de los pensamientos respectivamente.
“Porque con mano fuerte”: No te asombres de que Dios nos haya ordenado cumplir con tantos preceptos con el objeto de fortalecer la fe en Su providencia. Sabes también cuán difícil es alcanzar la fé, que tampoco se acepta de buen grado, de ahí la “mano fuerte” con la que sacó el Señor de Egipto porque los hijos de Israel no estaban dispuestos a aceptar la Providencia del Señor. Este es el origen del Midrash de Shemot Rabá sobre el versículo “Mas ellos no escucharon a Moshé por impaciencia de espíritu y a causa de la dura servidumbre”. En otras palabras, estaban sumergidos en la idolatría, de lo que podemos inferir que no querían salir de Egipto. En efecto, apenas hubieron oído el primer discurso de Moshé, en el que les anunció que el Señor los había recordado, creyeron, inclinaron la cabeza y adoraron . Pero, después que en la segunda alocución les hubo comunicado que el Señor sería su Dios, es decir, que Su providencia habría de ser ejercida sobre ellos conforme a sus acciones, no todos estuvieron de acuerdo en oírlo, hasta el punto que tuvieron que ser redimidos a pesar de su oposición.
En los asuntos que le resulta difícil al hombre admitir, son necesarios muchos actos para arraigarlos en el corazón.

¿En que diferen ambas explicaciones? En la interpretación de la palabra “Ki” (= porqué) y en la función que es adjudicada a la oración subordinada “porque con mano fuerte te sacó el Señor de Egipto.” Rambán opina que esta oración complementa “Y te sacará como señal”. “Haamek Davar” en cambio la considera como oración casual.
Rambán se sintió autorizado a explicar este versículo según la regla trigésimo primera de las treinta dos conforme a las cuales se puede interpretar la Torá. Dicha regla enuncia: “Lo anterior en el texto, que es posterior en el asunto.” Los Sabios de la Mishná aconsejaron en estos casos: “Cambia el órden del texto y luego explícalo”. De lo cual resulta claro que el final del versículo es la esencia del mandato que se enuncia en su principio, y su parte media es el objetivo por el cual hay que fijar esta señal.
Después de enseñarnos cual es el orden lógico del versículo, agregó Rambán una explicación en la que sustituye el complemento explicativo “porque con mano fuerte …” con otro complemento más simple, sustantivo, el Exodo. No deben llamarnos a confusión las últimas palabras de Rambán: “Porque El es tu Señor que te redimió de Egipto” y suponer que sustituyen y explican la oración: “porque con mano fuerte …”, y que explicó la palabra “Ki” como término casual. No. Estas palabras son más que un agregado a la explicación.
Haamek Davar, que según hemos visto califica a esta oración de casual, interpreta “Ki” como sifnificativo, “debido a que”.
Es difícil decidir entre ambas explicaciones, pero parece que la construcción del versículo y el paralelo entre sus partes inclinan la balanza por la segunda explicación. Veamos:

Y te será como señal sobre tu mano
y como recuerdo entre tus ojos …
porque con mano fuerte
te sacó el Señor de Egipto. 
Y el segundo párrafo:
Así será como señal sobre tu mano
y como frontales entre tus ojos,
porque con poder de mano
el Señor nos sacó de Egipto.

Vemos entonces que la colocación de la señal sobre la mano debe recordarnos el poder de mano; debe ser símbolo de agradecimiento por la gran mano con la que el Señor obró maravillas para nosotros.
Tratemos ahora de comprender la esencia del versículo. Rav Kuk explicó en toda su profundidad el significado de este precepto en su obra “Olat Reayá”, comentario al Sidur:

Las maravillas deben ser grabadas en el corazón, fuente activa de la vida, y en la mente, asiento del pensamiento. Ambos conjuntamente convertirán la naturaleza profana del hombre en naturaleza santa y divina, y la ley será natural en su boca y en su corazón. Estos preparativos son necesarios porque el objetivo del éxodo de Egipto fue la lucha contra la naturaleza bruta de la vida, que sumerge al hombre en las profundidades de lo mundano. El principio material de la vida es tan poderoso, que para doblegarlo, y lograr que se manifieste dentro del hombre la luz santa en él oculta, es necesario una mano fuerte, como aquella que se manifestó en el Exodo.
A causa de ésto los actos de vestir los tefilín sobre el brazo y sobre la frente son necesarios para convertir la fuerza mundana y bruta de la vida en una fuerza noble, henchida de santidad.

El Rav considera el Exodo no sólo como un acto de liberación política sino que también como un acto de redención del yugo espiritual, del estar sumergidos en la arcilla de la vida mundana. El Rav prosigue:

Por tal motivo, sólo después que te hubieras esforzado y luchado para que los tefilín se conviertan “en señal sobre tu mano y en recuerdo entre tus ojos”, sólo entonces, estará la Ley del Señor en tu boca. Del mismo modo que en aquel entonces fue necesario la mano fuerte del Señor para doblegar el espíritu mundano y bruto de la humanidad que se manifestó en Egipto, del mismo modo es necesario que al proseguir esta obra, de sobreponer lo sagrado sobre lo mundano, lo hagamos con mano fuerte; con la fortaleza y el poder del precepto de los tefilín, exaltado con la santidad de lo escrito en ellos, santidad que abarca con redoblada fuerza la obra y la idea, la mano y el ojo de la inteligencia. Sólo con esta grande y redoblada fuerza podremos proseguir lo que fue logrado desde aquel entonces con mano fuerte.

La salida de Egipto no es por lo tanto un acto único, sino que es una misión impuesta al hombre en cada generación. La victoria sobre la naturaleza mundana del hombre es necesaria para que se manifieste en su interior la luz de lo sagrado, oculto en lo profundo de su corazón. Esta victoria exige un esfuerzo tal, que no es posible alcanzarla sin ayuda, sin agregar poder y energía a la obra – la mano – y a la inteligencia – el ojo que ve y comprende – a fin que el hombre pueda continuar con su mano lo que el Señor hizo con poder de mano. Esto es, según el Rav, el significado del precepto de los tefilín.

Tomado de: “Reflexiones sobre la Parasha”, Prof. Nejama Leibowitz, publicado por el Departamento de Educación y Cultura Religiosa para la Diáspora de la Organización Sionista Mundial, Jerusalén, 1986 págs. 83 – 90.

HAFTARÁ BO – IRMIAHU JEREMÍAS 46:13-46:28

Volvemos a tratar sobre las palabras de uno de los profetas más prolíficos y del cual tenemos más datos de su vida. Nació en el año 650 AEC, hijo de cohanim, en Hanatot. Vivió la aniquilación del Imperio Asirio, el primer sitio a Ierushalaim y la destrucción de la ciudad por los babilónicos. Él, particularmente, fue desterrado a Egipto donde probablemente murió, otros piensan que sobre el final de su vida emigró a Babilonia y murió allí.

Esta vez, más que profético, se trata de un relato casi histórico. Luego de vivir el asedio de Ierushalaim, y conociendo las fuerzas del imperio Babilónico a las puertas de Egipto, es fácil vaticinar el final de un ciclo. Los babilonios se apoderaran de Egipto y pondrán fin al mayor reinado de la antigüedad, hasta ese momento. La relación con la Parashá de la semana es clara porque se trata de dos enfrentamientos de Paro, aunque este último será unos 700 años después del enfrentamiento con Moshé (creemos que el éxodo se produjo el 1313 AEC y los hechos del relato cerca del año 610 AEC).

Esta Haftará nos habla de lo efímero de nuestra existencia y de nuestra obra, se trata del fin de una civilización en manos de un nuevo liderazgo que también pronto acabará. Visto desde nuestros días, han sucumbido los egipcios en manos de los babilonios, sucumbieron los griegos, y los romanos en manos de los bárbaros. Más cerca de nuestros días: ha pasado la colonización española y el Imperio Británico, ya no hay Unión Soviética, y en algún momento cesará el liderazgo de Estados Unidos, así será, a mi entender, tarde o temprano para todo.

Sin embargo el pueblo judío persiste a través de los siglos. Y creo que hay dos condiciones que contribuyen a esta situación, una conocida pero otra menos famosa.

La primera es nuestra disposición al cambio, a la adaptabilidad, nuestra flexibilidad. Hemos sabido cómo movernos, cómo emigrar, cómo comerciar, cómo pertenecer y cómo diferenciarnos en cada crisis y en cada situación. Somos judíos hoy y lo fueron nuestros ancestros en Praga, en España, en Israel o en Roma.

La segunda condición de perdurabilidad es que no tenemos una meta, que sin duda finaliza o cambia, sino una forma, un modo de ser y vivir. No vivimos por algo, sino más bien, vivimos de cierta manera. El amor al prójimo, el agradecimiento, el tikún olam, la tzedaká, las mitzvot, los mandamientos, la kehilah, no son objetivos de vida sino formas de vida. Cuando la vida de los pueblos se rige por objetivos grupales éstos pueden desaparecer o mutar de tal forma que estos pueblos desaparezcan con ellos, pero cuando se cambia el acento a la forma de vivir, a resaltar el camino de la vida, es que se hace perenne.

Sean bienvenidos al camino de la vida, el objetivo es personal.

Shabat Shalom
AIPI

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