HAFTARÁ DEVARIM – ISAÍAS 1:1-27


DEVARIM – ISAIAS 1:1-27

Nuestro profeta habla de su visión, clara y nítida, acerca de la desgracia de nuestro pueblo, de una Jerusalem corrompida que se encamina a la catástrofe.

Por eso esta haftará, la tercera de las haftarot de “ben hametsarím”, el tiempo entre las angosturas, nos prepara espiritualmente para la conmemoración de Tishá be-Av, el nueve de Av, día en el que nuestro pueblo recuerda las desgracias más amargas: la destrucción de los dos templos de Jerusalem, la expulsión de Inglaterra, de Francia, en España la institucionalización de la Inquisición…también fue un 10 de Av la trágica destrucción de la Amia.

En Tishá be-Av leemos el Libro de las Lamentaciones, que se le atribuye al profeta Jeremías, donde se relatan vívidamente las terribles consecuencias de la destrucción del primer templo.

El rabino Pavolotzky, nos llama la atención que exista una palabra que liga a tres libros que se encuentran aludidos en lo que estamos tratando: Eijá, lamentaciones: Parashá Dvarim, Haftará Jazón y Meguilat Eijá, el Libro de las Lamentaciones. Nos dice que “…esta palabra, Eijá es una forma poética en hebreo bíblico del vocablo Eij, que significa “¿cómo?”, ” cómo pudo suceder?”,

“¿Cómo puede ser?”

Al estudiar parashá Dvarim vemos que Moshé se lamenta por el duro trabajo de llevar al pueblo a través del desierto: “¿Cómo ( Eijá) he de sobrellevar yo solo vuestra molestia ( Dvarim 1:12)

En la Haftará nos dice Isaías:”¿Cómo (Eijá) se ha tornado ramera la ciudad fiel?”. ( Isaías 1:21).

En Lamentaciones el profeta Jeremías nos dice :”¿Cómo ( Eijá) quedó sola la ciudad que estaba llena de gente?” Lamentaciones 1:1)

Estos tres versículos se relacionan históricamente con diferentes momentos por los que ha transcurrido nuestro puleblo: la primera Eijá, se refiere al camino por el desierto, cercanos ya a nuestra entrada a Canaan, en la segunda, ya estamos habitando la tierra prometida, pero Isaías nos reclama que hemos fracasado en construir una sociedad justa, digna de los valores éticos y morales que espera D’s de nosotros y la tercera, en el lamento de Jeremías cuando ya la destrucción es un hecho y todo se ha tornado en catástrofe.

Estamos en el Shabat previo a Tishá be-Av, es la oportunidad de preguntarnos cómo estamos haciendo las cosas. Si realmente estamos contribuyendo a crear una sociedad más ética y justa, si en lo personal hacemos lo mismo con nosotros en nuestro pensar y en nuestro actuar.

Poder preguntarnos cada día si estamos a tiempo de cambiar nuestro rumbo para ir por una ruta mejor, con mejores resultados. Si utilizamos los instrumentos que D’s nos dió para reflexionar, modificar, mejorar.

Que tengamos en este Shabat Jazón la mirada profunda para ver si estamos equivocando el rumbo, si estamos a tiempo de evitar un mal momento, un tropezón, e inclusive la destrucción de algo que hemos construido y consagrado, y podamos tener la entereza de reconocer los errores y enderezar nuestro rumbo para nuestro bien, para nuestra comunidad, para ser un aporte positivo a nuestra sociedad, a nuestro mundo.

Norma Dembo

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