¿Cuáles son los secretos de las personas más exitosas y con mejor rendimiento del planeta?

Las investigaciones revelan que no se trata de que tengan algún talento especial ni un don fuera de lo común. Lo que todos tienen en común son «hábitos exitosos», rutinas y rituales diarios con los que están férreamente comprometidos.

Todos estos hábitos también podemos encontrarlos en el judaísmo y cada persona puede aplicarlos para convertirse en la mejor versión de sí misma. Estos son los cinco más importantes:

1. Rutina matutina para el cuerpo y para el alma

El eslogan: «Conquista la mañana, conquista tu día» es la versión moderna de la primera frase del Código de la Ley Judía: «Levántate por la mañana como un león».

Antes de comenzar su trabajo del día, las personas exitosas dedican tiempo para cuidarse a sí mismos en cuerpo y espíritu. Esto por lo general incluye una rutina de ejercicios y alguna clase de actividad espiritual como plegaria, meditación, mindfulness, un diario de gratitud o planificar cómo sería un día ideal.

El énfasis en esta rutina matutina es paralelo al énfasis de la tradición judía respecto a que lo primero que se hace en la mañana es rezar. Además, mucho antes de que estuviera de moda hacer gimnasia, Maimónides enfatizó la importancia de la alimentación sana y del ejercicio diario.

2. Fijar un tiempo para expandir tu mente

Los estudios demuestran que sin importar cuán ocupadas estén, las personas exitosas dedican cada día una buena parte del tiempo a aprender algo nuevo, ya sea leyendo, tomando clases o escuchando un podcast. No es raro escuchar que los directores ejecutivos de las grandes compañías leen entre 3 y 5 horas diarias.

Desde la perspectiva judía, dedicar cada día tiempo para el estudio de la Torá forma parte de la vida incluso de las personas más ocupadas. Como dice en Pirkei Avot: «Fija un momento diario para la Torá». Si bien las áreas de estudio de Torá pueden varias desde una página diaria de Talmud a una sección de porción semanal de la Torá, ideas de desarrollo personal o misticismo, el tema común es que quienes santifican una parte del día para estudiar expanden y agudizan sus mentes.

3. Visualización

Tanto si se trata del atleta que visualiza cómo será su victoria, del empresario que visualiza cerrar un maravillo negocio o del artista que visualiza completar su proyecto creativo, los poderosos efectos de la mente para dar forma a la realidad es un fenómeno bien documentado. Tomarse un par de minutos para crear imágenes vívidas de cómo quieres que se vea determinado escenario puede cambiar en gran medida cómo se manifestará finalmente esa escena.

El poderoso efecto de la mente impacta también nuestro estado espiritual. El Talmud nos enseña una regla muy poderosa: «Nuestros pensamientos son considerados como actos». Los grandes comentaristas entienden que esto significa que nuestros pensamientos pueden impactar sobre nosotros con tanta fuerza como pueden hacerlo nuestros actos. Por esta razón, los grandes maestros del desarrollo personal les aconsejaban a sus estudiantes que luchaban con ciertos defectos de carácter, dedicar tiempo para visualizarse a sí mismos en una situación potencialmente peligrosa y superando el desafío. Sus visualizaciones impactaban sobre sus patrones de pensamiento y los ayudaban a tener éxito cuando el desafío se presentaba en la realidad.

4. Rodéate de personas positivas

«Sólo eres tan feliz/exitoso como las cinco personas con las que pasas la mayor parte de tu tiempo». La energía de quienes te rodean tiene un fuerte impacto. Su positividad se convierte en tu positividad. Su tendencia a tener grandes sueños lleva a la expansión de tus propios sueños. Su perspectiva positiva del mundo y de los demás también se transforma en nuestra perspectiva. Cuando ellos creen en ti y te alientan, eso se transforma en el ímpetu que te permite verte bajo una luz más positiva. Pero cuando estamos rodeados de las personas incorrectas, ocurre exactamente lo contrario.

Esta fue la intención del Rey David al comenzar el Libro de Los Salmos elogiando a quien no se «sienta en compañía de los burlones». No pases el tiempo con personas negativas, cínicas. Ellas sólo consumen tu energía y te deprimen.

5. Desconéctate

Las personas exitosas comprenden que ocasionalmente necesitan desconectarse del ataque de información. Ellas se aseguran de planificar momentos en los que pueden alejarse y simplemente «ser».

El Shabat es uno d ellos mayores regalos que recibió el pueblo judío. Durante 25 horas nos desconectamos, les damos a nuestras mentes la oportunidad de recargarse para poder entrar a la siguiente semana repletos de energía y creatividad. Esto también se puede practicar cada día durante períodos breves. El gran sabio Rabí Shimon dijo en Pirkei Avot (capítulo 1): «Toda mi vida crecí entre sabios de la Torá y no encontré que haya nada más saludable que estar en completo silencio».

Estos cinco hábitos sencillos son la clave para el éxito, el secreto de una vida judía vibrante y de la conexión espiritual. Son cinco hábitos que pueden incrementar nuestra felicidad, nuestra satisfacción y nuestra productividad.