El 4 de octubre de 1936, grupos anti fascistas de Londres- judíos, comunistas, anarquistas y otras minorías- se enfrentaron con la Policía Metropolitana de la ciudad, que acompañaba una marcha organizada por los miembros de la Unión Fascista Británica, liderados por Oswald Mosley. Los manifestantes fascistas desistieron y abandonaron la marcha, al ver que los 100.000 anti fascistas no desistieron en el enfrentamiento.
El gobierno británico había autorizado la protesta del grupo fascista de Mosley, quien se dirigía al extremo Este de la Calle Cable (Cable Street), lugar donde residía gran parte de la comunidad judía local. Las autoridades ordenaron a más de 6.000 efectivos de la policía que acompañaran la marcha para evitar disturbios e incidentes violentos.
Los efectivos se encontraron con más de 100.000 manifestantes anti fascistas – judíos, comunistas, anarquistas y otras minorias -que habían levantado barricadas desde el extremo oriental de la calle hasta el occidental. La policía intentó dispersar a la multitud, pero se encontraron con una fuerte resistencia de los hombres, mujeres e incluso niños atrincherados, que arrojaban comida podrida, basura, sillas e incluso piedras a los oficiales.
Finalmente, los 3.000 manifestantes fascistas de Mosley se retiraron, imposibilitados por la resistencia de más de 100.000 personas.
Ese día la policía arrestó a unos 150 manifestantes antifascistas y unos 175 mujeres, hombres, oficiales de la policía y niños fueron heridos.