Historia judía, relación causa-efecto. Breve reflexión








“Sodoma y Gomorra en llamas” por Jacob de Wet II, 1680

“He aquí que Yo creé el herrero que sopla las ascuas del fuego, y fabrica el instrumento para su oficio, y Yo fui el que creé al destructor para causar estragos”.    Isaías 55, 16.

Relaccausa efecto

Desde siempre y en todas las explicaciones bíblicas, y todos los comentaristas en todos los tiempos, han señalado que todo evento (forjado por el hombre) tiene su causa y su consecuencia. Y que duda nos cabe, que todas las personas somos reacias a reconocer yerros y equívocos, ya que siempre la culpa se encuentra “en el otro”.


Si tomamos la explicación que da Metzudat David (un perush o explicación de la Torá) acerca de lo que menciona el profeta Isaías y aclara: Yo (D’os) soy el que incito al enemigo contra ti (para castigarte), Y Yo también soy el que lo derroto y lo obligo a hacer la paz contigo.



Corrupción sexual, idolatría y robo


En el capítulo de la Torá que se ha leído en shabat pasado, D’os explica, las causas por las cuales traerá el castigo diluviano sobre la humanidad. Y continuando el camino, la divinidad afirma que nada es gratuito, que todo castigo tiene su razón, y que estamos frente a un D’os celoso, severo, ante la iniquidad y los actos injustos o malvados, aunque siempre advierte a ciertas personas, el castigo que se está gestando (preparando), puede que dando una última chance u oportunidad para la teshuvá el retorno o el arrepentimiento o rectificación de la conducta humana.



El cierre de este segundo bloque me permite citar el dicho “el que avisa no traiciona”.



Libre albedrío y los actos del hombre


Otra explicación del capítulo de Noé, es que lo principal, es lo que el hombre genera con sus actos en el mundo y son de su exclusiva responsabilidad, ya que, en el caso de la procreación, ahí si se encuentra involucrada la participación divina.



Desde que el hombre transgredió la orden divina, y comió del fruto del árbol del entendimiento del bien y del mal, deja de ser un autómata, y adquiere conciencia y responsabilidad por sus acciones. Por ende, también inexorablemente, recibe el impacto de sus efectos y consecuencias, sea en el corto o en el mediano o en el largo plazo.



Sodoma y Gomorra


También estas ciudades fueron destruidas por D’os, haciendo llover fuego y azufre del cielo, a causa de pecados como: intento de violación, egoísmo, violencia y falta de hospitalidad.



Y siglos más tarde ambos Templos de Jerusalén fueron destruidos por idolatría y odio gratuito entre hermanos respectivamente. Lamentablemente, la extensa diáspora aún vigente y es como una canasta llena de persecuciones, pogromos y lo último la Shoá en pleno siglo XX.



El lobo y la oveja. Reflexión final


Y llegados al final, traigo la frase: “El lobo y la oveja nunca hacen pareja”, e Israel es representado siempre como una oveja rodeada de setenta lobos. Y continuando el sendero también puedo añadir: “una oveja mala, al rebaño entero daña”, y encastra a la perfección por la responsabilidad mutua que tenemos los judíos los unos por los otros. Y el beneficio o perjuicio que ocasionan al conjunto malos actos cometidos por individuos aislados o por pequeños grupos que igualmente arrastran a la totalidad del pueblo hebreo.



Hay dos citas que ponen en evidencia que la divinidad no mide a Israel con la misma vara que nosotros los humanos nos consideramos y evaluamos a nuestros actos. Como si para el Todopoderoso no existiera lo que nosotros las personas denominamos “la caja chica”, o las pequeñas cosas a nuestros ojos o de algunos, carentes de valor o significado y encontramos respuestas o castigos colectivos que aparecen desmesurados o desproporcionados a las faltas cometidas.



Dice en el Deuteronomio (31,16-18):  y este pueblo se alzará prostituyéndose tras dioses extraños del país donde entrará, y Me abandonarán y romperá el Pacto que establecí con él. Ese día se encenderá mi cólera contra ellos y los abandonaré y ocultaré Mi rostro y serán aniquilados por una multitud de males que les sobre vendrán, de manera que dirán a la sazón: “Ciertamente nos ocurre esta desgracia por no estar nuestro D’os entre nosotros” Y en ese día Yo les ocultaré Mi rostro por las abominaciones en que incurrieron volviéndose a otros dioses”. Y el Salmista sentencia con magna sabiduría: “Nos entregaste como ovejas al matadero y nos has esparcido entre las Naciones….Pero por Ti nos matan todo el día, y somos como ovejas que van al matadero… ¿Por qué ocultas Tu rostro y Te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión?” Salmo 44, 12-23-25.



No cabe duda que esta faceta de D’os es parte de su atributo que se complementa con su amor eterno por el pueblo judío, pero su ejecución y sus consecuencias no siempre son comprensibles a la finita mente humana. Hay aspectos del Plan divino que aún permanecen oculto a los seres de carne y hueso, recuerdo un miembro del minian (quorum de diez personas para poder rezar en grupo) donde asistía regularmente a las oraciones me decía: “nosotros solo pedimos a D’os rajamim o misericordia” y en este atributo de jesed (bondad) y rajamim apuntamos en todas nuestras plegarias.



Para concluir, hay muchas frases o dichos de ovejas y lobos, pero hay uno que no la puedo citar textualmente y dice que: “los lobos se encargan de mantener a las ovejas descarriadas dentro del rebaño”.



Es el deseo (anhelo) profundo de este escritor, que seamos solo merecedores de recibir solo bondad y misericordia, y que todo lo que estudiamos en la Torá quede solo en el pasado, como una muestra o advertencia, para citar al rey David quien expresa: “que solo cosas buenas me (nos) persigan todos los días de nuestras vidas.

Dr. Natalio Daitch / Aurora

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