El breve tiempo en el que se han desarrollado las vacunas y el hecho de que los humanos comiencen a recibirlas primera vez genera una preocupación comprensible en el público. Pero al mismo tiempo, se han incrementado los rumores sobre el daño a la salud que causarían, lo que podría derivar en que muchos no se presenten en las clínicas para recibir las dosis. Dos de los principales expertos en el campo en Israel ponen un poco de orden entre la ciencia y las “fake news”.
El miércoles llegaron a Israel 14.000 dosis de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer, y fueron recibidas en el aeropuerto Ben Gurion por el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien prometió ser el primero en vacunarse en el país, y el ministro de Salud Yuli Edelstein. Mientras tanto, los servicios de salud privados en el país están llevando a cabo los preparativos para vacunar a unas 80.000 personas por día.
Pese a la importante noticia, los hospitales y los servicios de salud han advertido en los últimos días acerca de la falta de información confiable sobre las vacunas y han señalado un importante retraso en las explicaciones que debería haber brindado el Ministerio de Salud sobre el tema. El temor es que muchos se nieguen a recibir vacunas desarrolladas en un período de tiempo muy breve y que serán proporcionadas al público por primera vez.
El profesor David Greenberg es el presidente de la División de Pediatría del Hospital Soroka, miembro del equipo para el tratamiento de epidemias e integrante del Comité de Inmunología del Ministerio de Salud. El profesor Cyrille Cohen es el jefe del Laboratorio de Inmunoterapia de la Universidad de Bar-Ilan y miembro del Comité Asesor para Ensayos Clínicos sobre Vacunas contra el coronavirus. Ambos, considerados los especialistas de mejor reputación en el ámbito de las vacunas en Israel, desmienten los mitos que llevan a sectores del público a temer a la vacuna.
«La vacuna mató a dos voluntarios durante los ensayos»
«Seis personas que participaron en las pruebas murieron», explica Greenberg. «Dos de ellos recibieron la vacuna real, en tanto que los otros cuatro recibieron un placebo. Uno murió tres días después de que se le inyectara la primera dosis y el otro falleció de una enfermedad cardíaca 60 días después de se le aplicara la segunda. El vínculo entre la muerte y la vacuna no existe. Cualquier vacuna de este tipo está acompañada por un comité independiente que examina los datos de seguridad durante todo el proceso. Si se detecta una relación entre la vacuna y un efecto secundario grave, el estudio se suspendería. El comité examinó los datos y no encontró vínculo alguno entre las muertes con la inyección de la vacuna o el placebo», agrega.
«La gente le teme a las nuevas tecnologías», señala Cohen. «Debido a que la tecnología de ARNm nunca ha sido aprobada, asusta a la gente. Sin embargo, este tipo de vacuna no es nueva. Aunque no se han administrado vacunas basadas en esta tecnología, se ha utilizado en otros ensayos clínicos para inyectar material genético en el cuerpo humano”, añade.
“En este tipo de vacunas se proporciona a las células una de las proteínas del virus, y luego el cuerpo produce inmunidad por sí mismo. Esto no expone el cuerpo al virus. Durante varios años han estado trabajando en el desarrollo de vacunas utilizando esta tecnología, no empezaron a proporcionarse en marzo de 2020 en los ensayos de Pfizer. Sin embargo, es cierto que nunca se ha comercializado a gran escala una vacuna basada en esta tecnología”, indica.
«Las vacunas de ARNm provocan cáncer o malformaciones»
Según Greenberg, con este argumento se intenta desviar el foco del asunto. «En un momento dado, el cuerpo tiene alrededor de 5,000 comandos para la producción de proteínas debido al material activo en la vacuna. Nuestro cuerpo produce proteínas todo el tiempo. El ARNm no ingresa al área dentro de la célula y no se adhiere allí. La sustancia no llega al ADN y no se adhiere a él. Las glándulas linfáticas son una parte importante del cuerpo, donde se forman los anticuerpos, por eso queremos que la vacuna llegue a ellas. Pero el proceso termina en las glándulas linfáticas».
Cohen continúa: «Para que eso suceda, el ADN debe estar alterado. El cáncer es una enfermedad que resulta de mutaciones (cambios en el ADN). Una pequeña molécula de ARNm no puede alterarse dentro del ADN. Es decir, la sustancia inyectada no puede ingresar al ADN. Aunque no creemos que ese proceso pueda ocurrir, la vacuna no debería aprobarse para mujeres embarazadas porque no formaron parte del ensayo clínico».
«La vacuna contiene sustancias que causan alergias»
«Como con cualquier vacuna, hay que asegurarse de que la persona vacunada no sea sensible a los componentes de la misma», explica Cohen. «Si bien se trata de una probabilidad baja, existe la posibilidad de tener alguna reacción. Es cierto que hay una sustancia en esta vacuna que puede desencadenar una alergia, pero también se encuentra en muchos otros medicamentos. La alergia ocurre cuando el cuerpo reconoce algo no peligroso como peligroso, pero hasta ahora no se han reportado tales problemas en los ensayos de Pfizer”, agrega.
«La recomendación para las personas con alergias graves es consultar a su alergista para comprobar qué contiene la vacuna», enfatiza.
«La vacuna provocará problemas de fertilidad»
«La proteína que se encuentra en el virus es similar a la que está en el sistema reproductivo femenino y masculino», señala Greenberg. «Si alguien está enfermo de coronavirus, existe la posibilidad de que los anticuerpos también dañen la fertilidad, pero esto no ha sido probado. Sin embargo, la vacuna tiene una ventaja en este sentido: su proteína no es completamente similar a la del virus, por lo que los anticuerpos no son los mismos anticuerpos. Por lo tanto, las probabilidades de que la vacuna cause problemas de fertilidad es casi inexistente”, concluye.
Ynet Español