Hace pocos días comentábamos sobre la invitación a la dirigencia de AMIA para reunirse con el presidente argentino Alberto Fernández en las cercanías de un nuevo aniversario del atentado a la Mutual.
Planteamos la necesidad de que la DAIA, como representación política de la comunidad, y familiares de las víctimas concurrieran al encuentro. Los motivos son obvios y múltiples. Como tantas veces nuestro llamado fue desoído.
La reunión fue nuevamente té y simpatía, junto con las fotos de ocasión.
La dirigencia vuelve a perder la oportunidad de llevar propuestas y porqué no, exigencias concretas al ejecutivo.
Llevar un proyecto para que la Argentina cuente con una ley antiterrorista es prioritario en un país que tuvo 2 atentados terroristas.
Luego de 28 años aparece “por casualidad” un avión sindicado por el FBI como involucrado en operaciones de soporte del terrorismo y en el cual el comandante de la tripulación es un iraní vinculado a las brigadas Al Quds y el resto de la tripulación entre iraníes y venezolanos más que sospechosos.
Un país donde se detuvo a un iraní intentando salir de nuestras fronteras a través de concepción del Uruguay y donde hace pocos días 15 árabes sospechosos fueron detectados en Mendoza. Vale recordar que además de todo lo que se sabe sobre las operaciones de células terroristas en el país y continente que el periodista George Chaya, especialista en Medio Oriente y las operaciones de Hezbolah, fue amenazado de muerte hace poco más de un mes por lo que se encuentra con custodia y protegido con restricción de movimientos.
Como es posible no se haya llevado un proyecto para que se estudie y potencialmente se legisle el juicio en ausencia contra los imputados como responsables del atentado, que desde hace 28 años eluden comparecer ante los tribunales. Sacar a la causa AMIA del estado de parálisis e irresolución es una obligación.
Como es posible que no se llevará una propuesta para la incorporación en la formación de la temática de terrorismo, antisemitismo y discriminación en el ámbito judicial.
Como es posible que a 7 años del asesinato del fiscal Alberto Nisman no se exija brindarle al fiscal de la investigación todos los recursos necesarios e incluso la exclusividad en el caso para la investigación de un magnicidio vinculado a su tarea y por la denuncia que realizara de un potencial intento de encubrimiento a favor de los terroristas.
Como no plantear la molestia que ocasiona que el gobierno le de entidad a un grupo de operadores que cuestiona la legitimidad de la DAIA cómo representación política de la comunidad , que se autodenomina ” manifiesto argentino judío“?
Como no reiterar el rechazo al inconstitucional memorándum de entendimiento con Irán y señalar el peligro de coquetear con el régimen de Teherán y sus acólitos.
Está visto, la dirigencia comunitaria, nunca pierde la oportunidad de perder una oportunidad.
Escuche la editorial de Miguel Steuermann, director de esta emisora.