Por el Dr. Kobi Michael
Dados los ataques casi simultáneos en dos arenas, la naturaleza letal de alta calidad de la carga explosiva y el método de activación, claramente esto no es obra de una sola persona.
Más bien, este es el producto de una infraestructura organizada que opera en Jerusalén oriental o tiene acceso al área de Jerusalén.
Los esfuerzos de Hamas para mejorar su infraestructura terrorista en Cisjordania en general y en Jerusalén oriental en particular continúan con mucha intensidad y constituyen una capa muy importante en su estrategia de acción, como ya se manifestó en mayo de 2021.
Hamas está mejorando su estrategia de diferenciación, definida por mantener la tranquilidad en la Franja de Gaza para mejorar la realidad económica allí.
Su proceso de construcción continúa, lo que lo hace estar mejor preparado y dotado de capacidades más letales para el tiempo que considere apropiado, junto con un esfuerzo para desarrollar las infraestructuras terroristas y operarlas en Cisjordania, Jerusalén oriental, entre los ciudadanos árabes de Israel, e incluso en el sur del Líbano, y entrenarlos para que actúen como un solo frente cuando llegue el momento.
Por lo tanto, si se hace evidente que Hamas estuvo detrás del ataque mortal en Jerusalén; Israel necesitará un tipo diferente de respuesta en la Franja de Gaza.
De lo contrario, la organización seguirá estando detrás de más ataques terroristas.
Al mismo tiempo, el ataque en Jerusalén debe verse como parte del sistema terrorista palestino, que ha operado contra Israel desde marzo de 2022.
Este sistema terrorista alimenta y es alimentada por el espíritu de la resistencia armada compartida con partes del público palestino, especialmente la generación más joven, que busca sacudirse el orden existente, que, a sus ojos, incluye a la Autoridad Palestina (AP).
Por tanto, la resistencia violenta, que se dirige contra Israel, es también resistencia contra la Autoridad Palestina y una amenaza a su estabilidad.
La elección de Israel de actuar contra los semilleros terroristas en el norte de Cisjordania de manera específica ha producido resultados impresionantes en la forma de eliminación y arresto de muchos terroristas.
Sin embargo, este patrón de acción crea fricciones con los grupos armados que pueden organizar y producir su «fantasía» de fuego con relativa facilidad, documentarla en tiempo real, subirla a las redes sociales y presentar nuevos héroes palestinos todos los días y todas las noches.
Esta dinámica, a su vez, alimenta el ethos de la resistencia armada, que impulsa a muchos jóvenes, que no necesariamente están asociados con una u otra organización terrorista, a levantarse y actuar, es decir, a perpetrar un atentado.
La “calle” anima, el ambiente permite, y el ethos vibra en muchos corazones.
Hamas, por su parte, alienta a esos jóvenes a través de recompensas financieras, al igual que Irán y Hezbollah, que también ayudan en el contrabando de armas ilegales en Cisjordania.
El sistema terrorista opera así en dos dimensiones paralelas o en dos universos paralelos.
Mientras que los palestinos operan en el ámbito cognitivo con el terrorismo como medio; Israel opera en el nivel cinético, utilizando la fuerza militar de manera mesurada y restringida contra los perpetradores del terrorismo.
La dimensión cognitiva no solo es casi inexistente en el esfuerzo militar de Israel; sino que en su naturaleza actual sirve al esfuerzo cognitivo palestino.
Por lo tanto, Israel debería considerar un cambio en el patrón de operación y examinar la ventaja que puede tener una operación militar amplia, enfocada y significativa en el norte de Cisjordania, cuyo objetivo definido es aplastar la infraestructura terrorista en la región y, no menos importante, socavar el ethos de la resistencia, despojándola de toda sustancia.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
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