En 2008, Frank Meisler construyó en Berlín un monumento en honor a los 10.000 niños que fueron enviados, entre 1938 y 1939 a Inglaterra en lo que se llamó Kindertransports. En el monumento, se ve a un grupo de niños cargando maletas.
En los últimos días, comenzaron a circular en las redes sociales unas fotografías que mostraban que el monumento había sido vandalizado. Se veía que en los bolsos de los niños había inscripto una cruz y una media luna.
Benjamin Steinitz, director de proyectos de RIAS, el Centro de Investigación e Información sobre el Antisemitismo, explicó que “la pintada refleja el motivo de definir a musulmanes y cristianos como palestinos oprimidos por el Estado israelí, que ha sido tendencia en las redes sociales en Navidad”.
La policía alemana cree que los incidentes tuvieron lugar durante una serie de manifestaciones pro-palestinas no autorizadas en la capital alemana en Nochevieja. Sin embargo, los autores todavía no han sido identificados.
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