Por el embajador Alan Baker
La intención declarada del Departamento de Estado de EE.UU. de imponer sanciones al batallón Netzah Yehuda de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) basándose en acusaciones de violaciones de los derechos humanos no sólo es sorprendente sino que también es una medida muy imprudente y peligrosa contra las fuerzas militares de un Estado amigo.
Dado que el batallón Netzah Yehuda es un componente integral de las Fuerzas de Defensa de Israel, está bajo la plena autoridad y jurisdicción del sistema de justicia militar de Israel.
Como tal, el batallón está sujeto al derecho militar y es responsable de cumplir plenamente con las normas y los principios del derecho internacional que se aplican a Israel.
Israel tiene un sistema legalcompetentes eindependiente
El sistema judicial independiente de Israel, incluido su sistema de justicia militar, investiga exhaustivamente e inicia procedimientos judiciales respecto de cualquier acusación de violación o desviación de las órdenes y el código de conducta de las FDI.
Cualquier acción por parte de la Administración de EE. UU. de imponer unilateralmente sanciones a una unidad de las FDI y a sus soldados implica que las autoridades legales, de investigación y de enjuiciamiento militares y civiles de Israel son incapaces o no están tratando las presuntas violaciones.
Este no es el caso, y presentar una propuesta de este tipo para imponer sanciones al ejército de un aliado democrático crítico como Israel sienta un precedente muy peligroso en cuanto a las implicaciones que tal acción podría tener en los diversos foros judiciales internacionales ante los cuales Israel está llamado a defender sus acciones.
Si el Departamento de Estado tiene sospechas fundadas sobre violaciones cometidas por cualquier unidad de las FDI o sus soldados, le corresponde plantear esta cuestión directamente a las autoridades militares y judiciales responsables en Israel para determinar si se están tomando medidas y qué medidas se están tomando para investigar y enjuiciar tales acusaciones.
No es menos importante para el Departamento de Estado de EE. UU. basarse únicamente en información fiable y autorizada sobre este asunto y no en acusaciones políticas partidistas y unilaterales, como las de las ONG antiisraelíes que actúan en nombre de los palestinos.
Fuente: The Jerusalem Center for Public Affairs