Cada séptimo año todo trabajo en la tierra debe cesar, y su producto debe ser dejado libre para que lo tomen todos, tanto seres humanos como animales.
Siete ciclos sabáticos son seguidos por un quincuagésimo año, que se denomina Año de Jubileo, en el cual también cesa el trabajo en la tierra, todos los sirvientes son dejados libres y las propiedades vuelven a la posesión de sus propietarios originales.
Behar también nos habla de leyes adicionales que gobiernan la venta de tierras y las prohibiciones contra el fraude y la usura.