Los expertos israelíes sostienen que las plantas de tratamiento aguas residuales de algunos países desarrollados deberían dar un paso para purificarlas, temiendo que el coronavirus pueda pasar por alto este proceso y entrar en los cuerpos de agua naturales.
“Encontramos que copias del virus sobrevivieron al tratamiento habitual de aguas residuales, lo que hace temer que cuando las aguas residuales tratadas entran en los cursos de agua y los ríos, pueden infectar a los animales”, dijo Oded Nir, uno de los científicos en una entrevista con el Times of Israel.
Según él, sólo el uno por ciento del ARN del coronavirus sobrevivió en las aguas residuales tratadas que inspeccionó su equipo, y los investigadores estiman que el SARS-CoV-2 puede permanecer activo sólo en aguas residuales no tratadas o tratadas inadecuadamente durante varios días.