Una cepa de coronavirus que surgió en España en junio se ha extendido por toda Europa y ahora constituye una gran proporción de las infecciones en varios países, dijeron los investigadores, destacando el papel de los viajes en la pandemia y la necesidad de rastrear las mutaciones.
La variante, que no se ha descubierto que sea intrínsecamente más peligrosa, se identificó por primera vez entre los trabajadores agrícolas de las regiones aragonesas y catalanas del este de España.
En los últimos dos meses, ha representado cerca del 90% de las nuevas infecciones en España, según el documento de investigación, elaborado por siete investigadores con el apoyo de instituciones científicas del sector público suizo y español.