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Desde niña hay pocas cosas que me parecen tan seductoras como el fuego, su forma tan explosiva en que se muestra y el movimiento que teje con las sombras. Por alguna razón u otra, el fuego siempre ha sido un elemento cargado de significado en las distintas culturas. Aparece como muestra de poder o fortaleza, un elemento casi tan perfecto e invencible que sería más propio de los dioses que de un hombre. Sin embargo, en el caso judío aunque el fuego aparece desde su fortaleza y ardor constantemente se muestra como una figura de confianza, desde su característica de luz. … Leer más
Diciembre es un mes mágico en el hemisferio norte. La entrada del invierno va acompañada de relatos fabulosos, como el nacimiento de Jesús en un establo en Belén o la reconquista del Templo para el judaísmo tras su profanación por los antiguos griegos.
Si la historia navideña cristiana se completa con la llegada de unos reyes magos de Oriente, la judía de Januca (que suele coincidir aproximadamente en el calendario) nos habla de un hecho inexplicable según la lógica normal. Sólo quedaba en el Templo una ración de aceite ritualmente puro para mantener encendido su candelabro y se tardaría una semana en completar el proceso de nuevo combustible apto.… Leer más
Los elementos básicos de una Menorá kosher son ocho soportes para el aceite o las velas, y un soporte adicional, separado del resto, para la vela shamash, (acompañante).
Las luminarias de Janucá pueden ser velas, o mechas sumergidas en aceite. Ya que el milagro de Janucá ocurrió con el aceite de oliva —la pequeña vasija de aceite que duró ocho días —la Menorá de aceite es preferible a la de vela, y el aceite de oliva es el ideal para encender las luminarias de Janucá. Las mechas de algodón son preferibles porque producen una llama más clara.