Las antiguas civilizaciones se basaron en una religiosidad que veía al sol como su máxima divinidad. Es lógico: el concepto de civilización está íntimamente vinculado con el de sedentarismo, y este modo de vida sólo fue posible desde la invención de la agricultura.
El culto al sol fue la forma más natural de expresión de las religiones agrícolas, porque fue la medición astronómica del ciclo anual del sol lo que nos permitió saber cuáles eran los momentos adecuados para sembrar y cosechar.
Pero no todos los grupos humanos siguieron estas pautas en un principio.… Leer más