Rab. Yerahmiel Barylka
El ayuno en la Biblia surgió claramente como respuesta a necesidades más espirituales de las personas.
La raíz hebrea de ayuno, tzom (צום), puede usarse como verbo y como sustantivo, y su significado[1] es “no comió ningún alimento”.
Un modismo sinónimo ʿiná nefesh (lit. “afligir el cuerpo”) incluye el ayuno como parte de un régimen general de abstinencia, un significado más amplio confirmado por lo siguiente:
(a) las leyes que anulan los votos y juramentos de las mujeres que contienen la frase “todos los juramentos abnegados de afligir su cuerpo” [2]
refiriéndose a todas las formas de abstinencia, no sólo al ayuno;
(b) Daniel, que expresamente “se aflige a sí mismo”[3]  no sólo absteniéndose de alimentos selectos, carne y vino (en terminología bíblica, en realidad no está ayunando), sino también de ungirse (10:3); y
(c) el ejemplo del rey David, que, además de ayunar, duerme en el suelo, no se cambia de ropa y se abstiene de ungirse y lavarse[4], aunque el término ʿiná nefesh está ausente).… Leer más