El poeta Itsjok Katzenelson siempre resistió al régimen nazi. Primero en el gueto de Varsovia. Allí montó una escuela clandestina para niños judíos. Enseñaba a leer y a escribir en yiddish y en hebreo. Para que los criminales no pudieran matar a su pueblo, su lengua, su cultura. Luego en el campo de exterminio. Allí supo cuál sería su destino, por eso dejó escondido un conmovedor texto con las atrocidades que vivió. Para que nadie olvide