Desde que el Pueblo Judío salió de Egipto, dirigidos por Moisés, comenzaron las inconformidades y las luchas de poder, sobre todo por permanecer 40 años en el desierto y ser gobernados monárquicamente sólo por Moisés, por lo que es muy probable, que desde esa época, algunos líderes del Pueblo de Israel hayan decidido separarse y formar otros grupos sociales, que después, incluso, se convirtieron en imperios; tal podría ser el caso de descendientes de las tribus de Efraím o Menashe, que por independizarse,  se hayan alejado  para fundar el Imperio Persa, el cual siempre fue diplomáticamente accesible con el pueblo Judío.