Durante la campaña electoral estadounidense, el presidente Donald Trump se jactó de haber trasladado la embajada de EE.UU. en Israel de Tel Aviv a Jerusalem, haber reconocido la soberanía israelí en los Altos del Golán, los acuerdos de paz que negoció entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Bahréin, y al menos otros cinco acuerdos que están en marcha, según la administración estadounidense.
Trump también planeaba apoyar la soberanía en Judea y Samaria, pero se dio cuenta de que tenía que haber sido elegido para otro mandato.
Por eso, como israelí, uno puede preocuparse por los resultados en este momento, o al menos contemplar lo que podrían haber logrado EE.UU.





