Desde la reciente firma de acuerdos prometedores entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, se ha hablado mucho de que el Sudán podría ser el próximo en desear una nueva relación de este tipo también por un precio. Siempre hay un precio, pregúntale a Egipto y Jordania, por ejemplo. Pero este último es para otro artículo.
A Jartum le gustaría que lo quitaran de la lista oficial de partidarios del terrorismo de Washington, para empezar. Y ha sido muy vocal que un mejor comportamiento no debe estar vinculado a si la enorme cantidad de apoyo económico y de otro tipo que esperará (sobre todo de los Estados Unidos) a cambio no estará vinculado a su postura hacia Israel.