En estas dos décadas de tumultuosa presencia militar de EEUU en Afganistán, China ha estado incrementando calladamente su influencia en el país asiático. Mientras la Administración Trump brega con el coronavirus y la crisis económica que ha provocado, China se encuentra en disposición de heredar el rol de gran potencia desempeñado previamente por Gran Bretaña, Rusia y EEUU.
Hábilmente, Pekín ha desarrollado unas relaciones amistosas pero de perfil bajo con el Talibán desde que el movimiento islámico asumió el poder en Kabul, en 1996. Sólo China y Pakistán mantuvieron sus lazos con el Talibán cuando las fuerzas norteamericanas y de la Alianza del Norte expulsaron a los terroristas del poder en el otoño de 2001.… Leer más