El asesinato de Mohsen Fakhrizadeh, el científico nuclear iraní que impulsó el programa de armas nucleares de Irán, que la mayoría atribuye a Israel, plantea un difícil problema para el régimen iraní en esta época de transición.
El asesinato de Fakhrizadeh – en una carretera al este de Teherán – fue el tercer ataque de alto perfil que sacudió el liderazgo de Teherán en menos de un año, el cual mostró evidentes agujeros en las redes de inteligencia de Irán – casi una década después de que los bombardeos selectivos y las emboscadas con armas mataran al menos a cuatro personas con vínculos al programa iraní.