Por Seba Cabrera Koch
Jean-François Millet lo había logrado: esa tarde en el Salón de París, en la muestra anual que reunía a la aristocracia europea, su obra fue recibida con antipatía y aversión. Quería incomodarlos, poner frente a sus ojos la realidad que no querían ver.
La suya es considerada una de las primeras obras de crítica social: corría el año 1857, y “Des glaneuses” (Las Espigadoras) escandalizaba a la burguesía reclamándoles la humanidad ignorada, con la dignidad de los campesinos equiparándose a la de nobles, dioses o héroes, considerados bellos e inspiradores de virtudes.… Leer más



