“Y si un hombre provoca un daño en su prójimo, tal como hizo así se le impondrá a él: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; así como habrá infligido un daño en su prójimo, así se le impondrá a él”.
Levítico 24: 19-20
El hombre debe responder.
Por sus actos, sea en este mundo y /o en el mundo venidero. La Torá se ocupa y enseña, que todo daño debe ser reparado o por lo menos compensado, aunque sea en forma de monetaria.
Cuando pensamos en la famosa Ley del Talión de ojo por ojo y diente por diente, no debemos dejar de mencionar el código de leyes del Rey Hammurabi (Rey Babilonio 1792-1750 A.C),