Por el Rab. Yerahmiel Barylka
Leímos en Parashat Ki-Tavó sobre la ceremonia formal que Benei Israel debía llevar a cabo en el Monte Grizim y el Monte Eival después de cruzar el río Jordán hacia la Tierra de Israel. Los Levitas debían interponerse entre las dos montañas y luego pronunciar una serie de bendiciones sobre aquellas personas que evitan ciertas transgresiones, seguidas de una serie correspondiente de maldiciones sobre aquellos que violan esas transgresiones (Rashí a 27:12, basado en Sota 32a)
Una de estas maldiciones fue: “Maldito el que golpea a su prójimo en secreto” (27:24), que parece referirse al asalto físico.… Leer más

