Con Terumá comenzamos las lecturas que tratan la construcción del Mishcán, el santuario portátil del desierto.
El Shabat pasado leímos el maftir (en Shemot 30:11-16) que describe el impuesto de medio siclo para cada varón mayor de 20 años, para apoyar a la comunidad en las actividades del tabernáculo. Sus palabras fructíferas fueron: «El rico no pagará más, ni el pobre pagará menos del medio siclo, al dar la ofrenda» (Íb. 30:15).
Este impuesto democrático induce a pensar en las formas más altas de caridad, que es dar en silencio y sin fanfarria, en las que el donante y el destinatario no se conocen, cuya forma más elevada es dar trabajo remunerado a los pobres para que no necesiten recurrir a la caridad.… Leer más

