Siempre que uno visita un lugar turístico o un museo encontrará tiendas de regalo para los viajeros que regresan a casa. Es casi una tradición establecida llevar algo a casa cuando uno regresa de una salida. Tanto así, que hasta los cuentos de hadas lo narran. Y es curioso, porque no es el regalo mismo el que importa, sino el gesto en sí; la sensación de intimidad tan agradable que surge al abrirse a recibir algo de la otra persona, el detalle. Por eso a lo largo de los siglos cada cultura se ha generado sus propios códigos de cuándo dar, qué dar y cómo recibir un regalo.… Leer más