En el campo de concentración de Auschwitz, el epicentro del exterminio nazi, una prisionera dio vida a 3.000 recién nacidos. Era la comadrona que traía al mundo a los hijos de los presos entre los sucios barracones. Se llamaba Stanislawa Leszczynska, pero todos la llamaban ‘MADRE’, con mayúscula. Porque, en parte, esos miles de hijos eran también suyos. Esta es la historia de la mujer que trajo la vida a la ciudad de la muerte.
«3.000 niños nacieron en las peores condiciones imaginables, pero todos sobrevivieron mientras ella los cuidó»
Muchos de los niños que Stanislawa trajo al mundo fueron eliminados.… Leer más