El film de casi tres horas articulado sobre la base de unas 200 fotografías de víctimas del pogromo de Iasi, donde murieron 12 mil personas durante el nazismo.
“¿Cómo hago para morir más rápido?”, repetía desesperado dentro del vagón Filip Argintaru, uno de los habitantes judíos de la ciudad rumana de Iasi deportados en los “trenes de la muerte” en junio de 1941, durante el Holocausto en Rumania. Al igual que él, miles de rumanos judíos fueron encerrados en los trenes en pleno verano. Unos pocos sobrevivieron: atrapados ahí dentro, la mayoría murió de asfixia y sed.