Cuando uno entra a una sinagoga o algún lugar de estudios toraicos en Jerusalén, quizás esperaría encontrar el lugar adornado con vitrales, cuadros, estatuas u objetos de algún tipo que representen la belleza del lugar dedicado a D-os. Sin embargo, no hay nada de esto, no sólo porque estén prohibidas por la ley judía, sino porque el recinto es primordialmente modesto. Casi no hay nada más allá del presbiterio donde se lee la Torá, llamada bimá o tebá en hebreo, los asientos y los libros. Ni siquiera suele haber mosaicos o colores que la adornen como en algunas mezquitas.… Leer más





