Después llegaron más automóviles transportando a otros miembros parlamentarios. Todos entraron a la biblioteca de la casa del Doctor Jaim Weizmann. Se colocaron con solemnidad en un semicírculo esperando que en cualquier momento apareciera el anfitrión.
Cuando Jaim Weizmann llegó, luego de bajar las escaleras, se vio pálido y sus manos temblaban de emoción. Poco tiempo después apareció su esposa Vera quien se colocó a su lado. Sprinzak, un poco nervioso y excitado, dijo:
“Jaim, hijo de Ozer y Rajel Weizmann; venimos a invitarte a la sesión de la Knéset para que jures fidelidad ante tus electores, ante tu pueblo y ante tu país”.… Leer más